Evo Morales: hoy te atan los cordones y mañana te sujetarán la polla mientras meas, ¿no?

¿Se imaginan ustedes que, por ejemplo, José María Aznar, George W.Bush o Silvio Berlusconi  le dijeran a un ayudante que se agachara para que le atasen el zapato? La que se montaría en las redes sociales sería de aúpa. Poco menos que le llamarían al susodicho explotador, negrero, esclavista, elitista de mierda, sinvergüenza, colonialista y una larga retahíla de insultos.

Sin embargo, como la orden viene dada por parte de Evo Morales, el cocalero presidente de Bolivia, pues entonces a algunos hasta el detalle les resulta simpaticón. Pero nada más lejos de la realidad. Esto es propio de un caudillista y de un populista, de un tipo rancio que jamás se ha considerado parte del pueblo. Él utilizó a la gente para auparse al poder y ahora, desde su poltrona, trata a los ciudadanos como mopas y gamuzas en las que poder limpiarse o ordenarles que le aten los cordones.

Así es este tipejo que, al igual que Chávez, Castro o Correa, llega al poder con falsas promesas de resolverle la vida a todo el mundo y, una vez tienen sobre sí la púrpura del poder, machacan al pueblo que les ha elegido, condenan a todos a esa falsa igualdad de sopa de col y, en el más absoluto despropósito, creen que los ciudadanos son esclavos a su entera disposición, bien para aguantar estóicamente colas en los supermercados o para agacharse y atarle los cordones al sátrapa de turno. De milagro Evo no le pidió que le sostuvieran el pene mientras miccionaba.