Una oficina de empleo inoperativa... por cuatro gotas de lluvia en Madrid capital
España, en pleno siglo XXI, sigue pareciendo en ocasiones una república centroafricana. ¿Ustedes consideran normal que en Madrid capital, con sólo cuatro gotas de lluvia caídas, una oficina de empleo pueda quedarse sin prestar servicio porque un transformador se ha inundado y nadie ha sido capaz de solventar el problema en toda la santa mañana?
Pues créanselo, eso ha pasado esta mañana del 2 de noviembre de 2015 en la oficina del Servicio Público de Empleo de Azca, al lado de Nuevos Ministerios, en pleno centro financiero de la capital de España. Desde las siete de la mañana los primeros trabajadores que llegaron comprobaron que no había luz. Y así llegó la hora de apertura y, como diría la canción de Joaquín Sabina, y nos dieron las diez y las once, las doce, la una, las dos…y a cerrar porque ya tocaba.
Miles de personas pasan a diario por esta oficina y hoy tuvieron que largarse sin hacer las gestiones pertinentes y con la sensación de que en este país hay cosas que funcionan peor que en una república bananera. ¿Cómo íbamos a poder organizar unas olimpiadas si ni tan siquiera somos capaces de solventar una simple avería eléctrica? Esto es la prueba fehaciente de que en España hay muchas cosas que solventar antes de precipitarnos a organizar magnos acontecimientos para los cuales, a la vista está, no estamos a la altura requerida.
Eso sí, las explicaciones que se le dieron a las personas que se desplazaron hasta la oficina fueron más bien limitadas, tenues como la propia iluminación del local. Dicho en plata, que aquellos que hoy perdieron la mañana por una gestión frustrada que se fuesen por donde vinieron y a rezar a la santa virgen de las eléctricas a ver si mañana el Señor, Endesa o Iberdrola logran el milagro de que se haga la luz. Lo dicho, somos lo más parecido a una república centroafricana.
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