La Copa del Rey: un mal trago para el Real Madrid

El Real Madrid se ha cubierto de gloria con el tema de Cheryshev. ¿Nadie en el club merengue conocía la situación de este jugador de cara al primer partido de Copa de esta temporada? ¿Y el propio futbolista no fue capaz de comunicar a su nueva entidad que no se les ocurriera alinearle contra el Cádiz? ¿O es que, viendo lo poco que va a jugar este año, no quiso desaprovechar la oportunidad y a ver si le metía un gol al resto de la humanidad? ¿Y el delegado del equipo, Miguel Porlán Chendo, a qué se dedica?

Lo que está claro es que el Real Madrid se quedará eliminado administrativamente de la Copa del Rey de esta temporada y, más allá de los ingresos económicos que se pierden, lo que será irrecuperable es la imagen de cómo el prestigio de la entidad queda por los suelos con un detalle de equipo de categoría regional. No es de recibo que una entidad de la dimensión del conjunto merengue cometa una tropelía como la de poner en el once a un jugador que estaba sancionado.

¿Quiénes son los culpables? Pues claro está que habría que empezar por el propio jugador. Cheryshev debía de ser consciente del particular y avisar en su momento al club. Pero se calló, bien por olvido o bien por intentar colársela a alguien, y ahora el daño lo pago el Madrid en forma de eliminación en los despachos.

El siguiente en la lista es el delegado. Chendo, que para eso tiene esas funciones, tendría que haber mirado la situación de un jugador recién repescado de la Liga española y saber si tenía alguna sanción pendiente. Y por elevación, Florentino Pérez, que en vez de reforzar la dirección técnica, se ha dedicado a darle lustre y brillo al marketing y a los negocios que hace en el palco y se ha olvidado de que su status en el Real Madrid depende única y exclusivamente de que la pelotita entre o no en la red, amén, claro está de contar con profesionales serios que cuidan hasta el último detalle. Pero claro, cuando conviertes la expedición blanca en una fiesta donde te interesa más el puro y la copa después de la comida y no estás a lo que tienes que estar, pues pasan esas cosas.