El clan de las sucias y guarras feminazis contra Marta Rivera de la Cruz

Son unas feminazis sucias y guarras. Sí, todas estas bichas (alguna de ellas infiltrada en el Partido Popular) han salido de la ciénaga en la que habitan a la superficie de la enlodada charca a ponerse como el bicho del pantano contra Marta Rivera de la Cruz.
La política de Ciudadanos habló hace un par de días sobre que el trato que se le da a lo de la violencia de género no podía ser unidireccional, sino que también puede y de hecho es ejercida de la mujer hacia al hombre, aunque algunos pretendan anclarlo sólo en un sentido, del hombre hacia la mujer.

Y es que esta escritora ha dicho algo tan elemental como genial: "Es tan grave que un hijo vea cómo su padre mata a su madre como que vea cómo su madre mata a su padre".

Tomando una reflexión del compañero Miguel Ángel Belloso, de Expansión, en cualquier país normal, donde imperase el sentido común, tal declaración habría pasado desapercibida, pues es de una obviedad implacable. Pero en España no. ¿Por qué? Porque por España pasó durante ocho años alguien similar a Atila, el rey de los Hunos. Me estoy refiriendo al ex presidente Zapatero, y éste, con su gran talante, su feminismo de alcoba y su estupidez genuina se sacó de la manga una Ley contra la Violencia de Género que agrava las penas en el caso de que los delitos se produzcan contra las mujeres.

Por supuesto, todas estas rojas pasionarias, libertarias de cartón piedra, están que trinan y dentro del PP, insisto, hay quien les hace el juego no por creencia, sino por simple y cicatero cálculo electoral como una tal Susana Camarero que ha dicho que Marta debía haber pensado en las 750 mujeres muertas en la última década. ¡Muy bien, Susanita y ahora, después del 20-D, volverás a la normalidad! ¿Hay que ser mamarracha!