Otra mentira propagandística de la populista Manuela Carmena

Otra más de Manuela Carmena y van ya unos cuantos despropósitos de esta venerable abuelita populista de Podemos (o su marca blanca, Ahora Madrid). Nuestra entrañable abuelita está llenando las infraestructuras publicitarias de la capital de España con un mensaje que, si bien no es falso, se está atribuyendo unas competencias que no le corresponden en absoluto. Me refiero, claro está, a esto que se anuncia sobre que Madrid te cuida y que, aunque no tengas papeles, se te asignará como a todo quisque un médico de cabecera y que podrás tener acceso a todos los medicamentos.

Mire usted, señora Carmena. Las competencias en materias de sanidad están transferidas del Ministerio de Sanidad a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Los consistorios, ya sea el de Madrid, Getafe, Leganés o Chinchón, no tienen nada que decidir sobre el particular. Es decir, usted está tirando el dinero de los contribuyentes madrileños en falsear una realidad. Primero, porque ahora mismo no se le está negando el acceso a la sanidad a nadie, tenga o no papeles y, segundo, porque el Ayuntamiento no tramita esos asuntos. Eso es competencia de la Comunidad de Madrid a través de su área de Sanidad.

De verdad, señora Carmena, deje usted de mentir, de inventarse realidades que no son tales como aquella en la que usted hablaba de que en la ciudad de Madrid había más de 25.000 niños muertos de hambre. Ni 500 le llegaron a salir a Cristina Cifuentes cuando decidió que muchos colegios e institutos de la Comunidad abrieran sus comedores en verano para atender esa urgente demanda. Es lo que tiene ir de populista por la vida, señora mía, que la realidad hace trizas sus trolas de corto recorrido.

Señora Carmena, si de verdad le preocupa tanto la salud de los madrileños, comience por darle un buen barrido a las calles de Madrid y que la recogida de basuras se corresponda con las necesidades diarias. No es de recibo tener calles o barrios en los que las bolsas y la suciedad se acumulen durante días y semanas sin que usted mueva un solo dedo. Actúe usted y déjese de campaña de autobombo que, dicho sea de paso, no son ni de su competencia ni de su incumbencia.