Gaspar Rosety: nos deja huérfanos la mítica voz del Real Madrid y de la Selección Española

La radio deportiva española y el periodismo en general están de luto. Ha fallecido a los 57 años una de las voces más míticas, imprescindibles y legendarias, la de Gaspar Rosety. Una traicionera caída y un golpe en la cabeza a consecuencia de la misma han apagado de por vida a quien fuese, posiblemente, el gran narrador de fútbol que ha tenido la radio en las últimas décadas.

Sus retransmisiones fueron toda una revolución allá por los años 80, era la voz que seguía todos los partidos del Real Madrid y de la Selección Española, aunque también cuando la ocasión lo merecía, también radió partidos de otros equipos con un título en juego. Desde luego, no dejaba a nadie indiferente en su manera de contar y cantar los encuentros y sólo a día de hoy, posiblemente, hay dos alumnos aventajados en eso de ponerle mucha pimienta a narrar los que pasa sobre el terreno de juego: Alfredo Martínez (Onda Cero) y Javi Pérez Sala, éste último ahora, si los datos no me fallan, vinculado a radios del Levante español y siguiendo de cerca a su equipo del alma, la UD Levante.

Con la muerte de Rosety todos volveremos a resucitar todas esas grabaciones que corren por las redes sociales con su peculiar estilo de cantar los goles. Personalmente, recuerdo dos míticos, uno en 1995, 10 de mayo, en el Parque de Los Príncipes de París, con el tanto que cuela casi desde el medio del campo Nayim para darle al Zaragoza, en el final de la prórroga, la Recopa de Europa ante el Arsenal (2-1). La forma de cantar ese tanto te pone los pelos de punta.

El otro legendario es el del 20 de mayo de 1998 en el Amsterdam Arena. Mijatovic le daba después de 32 años, una nueva Copa de Europa al Real Madrid al anotar el 1-0 del partido ante la Juventus. Rosety se tira un minuto largo narrando el tanto del montenegrino a los bianconeros. Está claro que su forma de relatar los partidos ha creado escuela y con su marcha, sin duda, perdemos a un gran maestro y a un profesional como la copa de un pino. Descanse en paz.