La parida paritaria y semafórica de Joan Ribó en Valencia

¡Menuda parida que se le ha ocurrido al alcalde de Valencia, al populista y semipodemita Joan Ribó! Este mamarracho, que sabe tanto de gestión municipal como yo de encíclicas papales, no ha tenido mejor ocurrencia para despilfarrar y derrochar el dinero de sus ciudadanos que poner en marcha unos semáforos paritarios, una gran parida en nombre de la igualdad, y que en realidad no vienen a resolver el problema de fondo que en todo caso se presenta, la de la existente discriminación entre el hombre y la mujer en cuestiones laborales.

Porque, vamos a ver, ¿en qué le mejora a la mujer que vea desde el día de hoy que los semáforos por los que cruce en las calles de Valencia en vez de ser el clásico manchanguito masculino es, en cambio, una mujer con faldas? ¿Pero acaso, digo yo además, no se ha dado cuenta este abyecto regidor que muchas mujeres ya no utilizan falda, sino pantalones? Insisto, no le va a mejorar la vida a las féminas que seguirán sufriendo todo tipo de discriminaciones.

Pero es lo que pasa con estos populismos que te venden una igualdad basada en la sopa de col,  que no son más que cuestiones gestuales, acciones de cara a la galería, pero que tienen el mismo efecto que recetarle una aspirina a alguien que se acaba de romper el cráneo. Las políticas de gestos están muy bien para salir en la televisión y en el periódico local, pero resultan completamente huecas a la hora de darle un plus de utilidad hacia quienes van dirigidos esos proyectos.

Usando la misma lógica, a partir de ahora, aprovechando la cercanía de las fallas, el señor alcalde podría nombrar en vez de una Fallera Mayor, elegir a un Fallero Mayor, porque ellos lo valen y porque, ya que este sujeto quiere apostar por la igualdad, pues vayamos también a dinamitar una tradición que, digo yo, y usando su misma lógica, es totalmente sexista. ¿Lo ven ustedes como no se puede estar jugando a las mamarrachadas? Pues eso.