Cuando los políticos juegan a ser tertulianos de 'Sálvame'
Dicen que la política de este país se ha ‘salvamizado’ o que ‘Sálvame’ se ha politizado y quienes lo sostienen no están en absoluto faltos de razón. A saber, resulta que en el popular programa de cotilleos y dramas superficiales de Telecinco, explotan sin piedad las peleas que tienen entre los diferentes personajes que salen por la pequeña pantalla. Ahora, el foco de las iras es la presentadora, Paz Padilla, a la que no quieren los colaboradores que han decidido hacerle una especie de cordón sanitario para que la acaban destituyendo y pongan en su lugar a Carlota Corredera.
¿Y por qué decimos que la política se ha ‘salvamizado’? Sencillo, porque vemos diariamente como dos políticos como son Pedro Sánchez y Albert Rivera están diariamente dando la tabarra de que no van a apoyar a Rajoy ni por activa ni por pasiva. Es decir, el tercero y el cuarto (según las encuestas) se creen con la potestad necesaria como para vetar al candidato más votado y para ello no dudan en lanzar el mismo y machacón mensaje en mítines, entrevistas, foros y comilonas varias. Ya se sabe, si cuela, cuela.
El problema es que nuestros políticos creen que esto es un juego, que Rajoy es una Paz Padilla cualquiera a la que se puede vejar como si no tuviera consecuencias y yerran en el sentido de que una cosa es el planeta televisivo, una galaxia con sus propias reglas y códigos en lo que todo viene siendo una pequeña gran mentira, una ilusión, puro humo y otra bien distinta es la esfera política donde los dirigentes, si tuvieran dos dedos de frente, no jugarían a ser colaboradores de ‘Sálvame’, sino gente seria y con criterio, personas con responsabilidad, con altura de miras, porque aquí no se trata de hacer un guión diario de cuatro o cinco horas de dramas prefabricados, aquí estamos hablando de sacar adelante un país.
La política de vetos de estos muchachetes, de Rivera y de Sánchez, ha propiciado que este país, con cerca de cuatro millones de parados y con muchas reformas por hacer, haya quedado en una parálisis administrativa que, en el mejor de los casos, se reactivará en septiembre de 2016. Y todo por jugar a ser colaboradores de ‘Sálvame’ en vez de representantes políticos con sentido de responsabilidad.
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