La amabilidad y eficiencia del personal del AC Hotel La Rioja

La buena atención al cliente debiera ser la marca de cualquier empresa que se digne, el signo de distinción que la destaque por encima de las de su sector. Satisfacer a un consumidor no crean que es tarea sencilla. Cualquiera de nosotros podemos comportarnos de infinitas maneras ante un posible contratiempo. Y ahí está la posibilidad y la oportunidad real que tiene una compañía para atajar un problema presente y, sobre todo, futuro. Un cliente insatisfecho en estos tiempos de las redes sociales es una bomba de relojería que puede echar por tierra todo un prestigio en un simple golpe de click.

Por eso, quiero alabar en este artículo al magnífico personal del hotel AC Hotel La Rioja, enclavado muy cerquita del centro de Logroño, en la calle Madre de Dios 21, y que supieron dar perfecta respuesta a un pequeño obstáculo cibernético, algo que puede pasar perfectamente, ya que hoy la vida no se entiende sin Internet, y que se resumió en una reserva efectuada que por los designios de la Santa Red informática no había llegado a los servidores del hotel, a pesar de esta confirmada.

El caso es que, con la tranquilidad que te otorga el papel de la conformidad de haber hecho todo adecuadamente y tener esa reserva confirmada, simplemente le dije a la amabilísima señorita que nos atendió en recepción que no había prisa alguna ya que ella, obviamente, se había implicado como la que más en solventar el problema. En cuestión de minutos, no serían más de diez, no sólo consiguió darnos la habitación, la mía en este caso, sino que encima, aparte de pedirnos diez mil disculpas por la tardanza nos ofreció por las molestias poder estacionar el coche los cuatro días que teníamos de estancia en el alojamiento.

Por eso, no puedo dejar de estar agradecido al personal de este hotel riojano que, aunque sea de cuatro estrellas, en su atención al cliente, en amabilidad, en ser atentos a cada petición que se les hacía se comportaron de cinco estrellas categoría plus. Esas son las cosas que sin duda alguna dan valor añadido a un viaje de placer y, por supuesto, ya cuentan con tres clientes más en un futuro viaje a La Rioja.