Blogia
Desde mi escaño

Me trago mis palabras, sea con oro o con plata

Me trago mis palabras, sea con oro o con plata

Hace justo una semana vaticinaba uno de los fracasos más sonados de la Selección Española de Baloncesto. Los jugadores dirigidos por Sergio Scariolo estaban con pie y medio fuera del Europeo de Polonia. La derrota inicial frente a Serbia, unida al tropiezo frente a los turcos en el primer partido de la segunda fase, suponían que todo un campeón del Mundo y segundo en la cita continental de Madrid y en los Juegos Olímpicos de Pekín se situase más cerca del soberano ridículo que de poder hacer algo realmente importante en este campeonato. De hecho, tras los apuros pasados ante Gran Bretaña o los eslovenos, frente a estos, además, con prórroga incluida, nada hacía prever una imagen mejor contra Lituania o el anfitrión, Polonia.

Sin embargo, y a pesar de que el arranque del choque contra los lituanos resultó toda una declaración de intenciones de no querer permanecer por más tiempo en la patria que vio nacer a Chopin, los españoles experimentaron una reconversión propia del más ateo que al final acaba hasta por ordenarse sacerdote. De un preocupante 15-24, en cuestión de minutos, les endosamos a los ex soviéticos un 23-0 y ya todo fue coser y canta. Después, vinieron los polacos y estos, por muy equipo organizador que fueran, acabaron sucumbiendo fácilmente. De los enfrentamientos de cuartos y de semifinales, nada que decir, los de Scariolo se pusieron el mono de trabajo para no dejar lugar a los agobios de los minutos finales. Victorias por 22 puntos en la cita contra los galos y 18 ante los griegos. Y hoy, deseada y posible revancha ante los serbios, esos mismos que nos mojaron la oreja en el duelo inaugural.

Por supuesto, con la medalla ya conseguida, sea oro o plata, el Europeo ha sido un nuevo éxito para España y quien suscribe, humildemente, debe reconocer que se equivocó en su predicción de hace una semana, pero desde luego me siento orgulloso que haya sido así, que al final nuestra Selección demostrase que las finales jugadas en las últimas grandes competiciones no eran producto de una casualidad, sino de un trabajo bien hecho y de un bloque que sabe dar lo mejor de sí en los momentos más adversos. Entrenador, desde luego, hay para poder sacar el máximo provecho a un grupo que en una mayoría importante juega o ha jugado en la mejor liga del planeta, la NBA, pero también ha sido criticable el hecho de que en dos años hayan pasado tres técnicos por ese banquillo y eso, le guste o no al señor José Luis Sáez, es una de las lacras que ha tenido que arrastrar una pléyade de grandes estrellas.

Puede ser, qué duda cabe, que viendo lo acontecido ante Turquía y con las maletas amenazantes en el hall del hotel camino del aeropuerto, los jugadores optasen por un sistema similar al adoptado en Pekín, la autogestión, el hacer de Scariolo un excelente gestionador de los cambios y los tiempos muertos, pero las tácticas sobre el parquet quedasen en manos de los baloncestistas. Igual no, igual de pronto el preparador italiano ha sabido dar con la tecla correcta, algo que, reconocido por los propios implicados, no ocurrió con Aíto García Reneses, especialmente si comparamos aquel ridículo ante los Estados Unidos en la fase de grupos y lo que sucedió en la final, donde España, de no ser por unos árbitros con un criterio bastante parcial, igual se hubiera impuesto a los Kobe y compañía. Pero bueno, esta noche toca gozar de la final y, por fin, podernos colgar al cuello la primera presea dorada de Europa. Yo, de momento, ya compré el bicarbonato para digerir las palabras del artículo de hace una semana.

1 comentario

Lewis Rogers -

Yo no creo que te equivocaras en tu anuncio, lo único que ocurre es que España atesora tanta calidad (incluso sin Sergio Rodríguez) que había sólo dos posibilidades, que lo tiraran por la borda todo o por el contrario demostraran a los rivales que aquí estamos porque hemos llegado. Eligieron la segunda, como buenos profesionales que son y por ello la final de esta noche (para que se vea que esto lo escribí antes del partido del oro... o la plata). A pesar de los antecedentes, España es una superselección. Ahí están los hermanos Gasol, Navarro, Rudy, Raúl López, Navarro, Garbajosa, todos NBA o ex. Siete jugadores de altísimo nivel, porque en EEUU no regalan nada a nadie. Con semejantes piezas quién no hace una buena partida de ajedrez, aunque el ajedrecista sea malo. Está claro, a Scariolo no lo trago y quizás sea bastante responsable de todo lo que pasó en la primera fase. Y es que en cuartos y semifinales parecían otro equipo... y eso no la cambia un técnico. Tanto, no.