Blogia
Desde mi escaño

Concepción, un presidente modélico

Concepción, un presidente modélico

Los agoreros del lunes tienen esta semana el terreno abonado para lanzar a sus anchas las consignas más radicales. Volverán a reclamar destituciones por doquier, pero en especial que deje el cargo de presidente en el Consejo de Administración del CD Tenerife Miguel Concepción, el hombre que ha sido capaz de rescatar a la entidad de una quiebra técnica más que evidente y que se ha dejado muchas horas de sueño en hacer crecer a un club que, varios años después, consiguió ascender a Primera sin hacer dispendios excesivos. La estrategia durante las temporadas que lleva como máximo mandatario ha sido más que evidente, nada de despilfarrar, traer jugadores buenos, bonitos y baratos porque, guste o no a determinados popes mediáticos de la Isla, lo vital es rebaja la deuda que carcome al Tenerife desde hace varias campañas, especialmente cuando el ya fenecido Javier Pérez perdió el oremus y el norte y decidió descapitalizar al equipo.

 

Lo curioso del tema es que, una vez desaparecido el artífice de que los blanquiazules jugaran por primera en Europa, hay ciertos sectores de la prensa local, especialmente radicados en el ámbito radiofónico, que se han puesto en contra de Concepción, que recuerdan con nostalgia los buenos tiempos de Pérez y Pérez, pero que en cambio sufren de una amnesia brutal cuando hay que analizar los disparates contables de ese presidente, cuentas denunciadas por los señores Ascanio y el también malogrado Cabrera. De hecho, el mandatario palmero tuvo que salir por la puerta de atrás después de una gestión nefasta en sus últimos cinco años de mandato.

 

Por supuesto, a todos nos gustaría que el CD Tenerife se quedase en la máxima categoría, pero también es verdad que Concepción ha optado por intentar mantener la misma política de austeridad. Es más, con lo que no se contaba es con la mala suerte con la que han chocado los tinerfeñistas en varias jornadas. Todas las crónicas han destacado en varias ocasiones el exquisito gusto de los de Oltra por el toque, por un juego preciosista y con poca querencia a encerrarse en la parcela defensiva. Lo que pasa que en Primera no basta con jugar bien, sino también tener picardía y no arriesgar más de lo necesario.

 

Pienso que, aunque se baje a Segunda, la idea siguiente ha de ser, necesariamente, conservar a parte de este plantel, realizar los refuerzos necesarios, que forzosamente serán más asequibles, e intentar el reingreso en la élite para el año 2011. Lo que sí sería un error de bulto es romper radicalmente con lo que se ha venido haciendo hasta ahora. Por lo menos, y es de agradecer, por primera vez en mucho tiempo existe un consejo de administración que no dilapida innecesariamente el dinero y que ha apostado por sanear al equipo para que no tenga que caer en una situación concursal.

1 comentario

Lewis Rogers -

La austeridad bien entendida siempre ser motivo de elogio, pero quizás en lo que no pensó el máximo mandatario isleño, y que es lo que se le echa en cara, es que el club necesitaba una inversión. Esa inyección nunca llegó y de aquellos polvos llegan ahora estos lodos. El Tenerife no puede competir en Primera con un equipo de Segunda y salvo una sorpresa morrocotuda o con jugadores dando el 150% se podría haber salvado. Pero ésa no debe ser la meta de un club: evitar el descenso. Para eso mejor te quedas en Segunda y por lo menos no llenas la grada de disgusto cada semana. Además, el ser el único club de Primera que no ha ganado fuera y a la vez ser el más goleado de la categoría no es como andar tirando cohetes. Durante parte de la Liga ha ido escapando, pero al final la realidad se impone en un torneo de regularidad. Asimismo, estoy de acuerdo en que esto no debe ser un borrón y cuenta nueva, sino que la entidad debe mantener a los jugadores que han dado la talla y prescindir del resto. Unos cuantos refuerzos que no debe ser de campanillas, sino de gente que quiera jugar al 100%, y el próximo año a intentar recuperar la mejor Liga del mundo. No es fácil, porque al regresar al pozo hay que ser un gran equipo para volver a estar entre los mejores en un solo año. Eso sí, con la misma austeridad que ahora...