Ni 'pa' putas

Hoy, como suelo hacer de vez en cuando que algún amigo me manda alguna reflexión, voy a tomar prestada una misiva que me envía Juan José Álvarez Peña y que no tiene desperdicio. Según se cuenta en ese correo, Marc Faber es un norteamericano analista de inversiones empresariales. En junio del 2008, cuando el gobierno de Bush estudiaba lanzar una ayuda a la economía americana, Marc lo comentaba con mucho humor. Parece un chiste, pero posiblemente sea uno de los más lúcidos comentarios sobre el tema. Decía lo siguiente:

«El Gobierno Federal nos quiere dar a cada uno de nosotros 600 dólares como devolución por impuestos para fomentar el consumo de productos americanos. Si gastamos ese dinero en el supermercado Wall-Mart, ese dinero va para China. Si lo gastamos en gasolina va para los árabes. Si compramos ordenadores va para India. Si compramos frutas y vegetales ira para México, Honduras o Guatemala. Si compramos un buen coche irá para Alemania. Si compramos tonterías irá para Taiwan. Y ningún centavo de este dinero ayudará a nuestra economía. El único modo de mantener ese dinero en Norteamérica es gastarlo en putas y cerveza, considerando que son los únicos bienes producidos todavía aquí. Yo ya estoy haciendo mi parte...».

Extrapolando lo anterior, añade mi amigo, a los argentinos les pasa algo parecido, con la diferencia de que en Argentina, si toman cerveza, el dinero se va para Brasil, por lo que solo queda una opción: las putas... y no parece tan mala idea. En cuanto a los españoles, ni las putas, ya que el 90% son de Colombia, Rumania, Brasil, etc. Solo queda el 10% de putas nacionales. Conclusión: ¡¡¡Ni pa putas tenemos!!!

En definitiva, ¿se acuerdan ustedes del tocomocho famoso de los 400 euros, del cheque bebé, de las ayudas a los jóvenes para emanciparse y así un largo etcétera? Pues aquí, ese dinero, especialmente los cuatrocientos napos, no sólo fueron una estafa, sino que quienes los recibieron íntegros se los estallaron en cualquier cosa menos en potenciar el consumo de productos nacionales. Lo de las señoritas de alegre vida, dicho sea con todos los respetos, es una hipérbole, una exageración para que entiendan que mientras en Norteamérica existe una conciencia patriótica, aquí, nos las trae al pairo…tanto como para ya no sólo tener una Alianza de Civilizaciones, sino también la Alianza de las Prostituciones.

3 comentarios

[Miguel T. - 13 de junio de 2010 - 22:04]

Pan para hoy hambre para mañana. Los financieros descalabrando la economía mundial y los gobiernos dándoles dinero que nos han quitado a nosotros. Esto va de pu... madre. Quien nos pone la pierna encima pa que no podamos levantarnos!!!... los políticos hijo, los políticos.

[Lewis Rogers - 10 de junio de 2010 - 01:11]

Se les ha olvidado una cosa estrictamente española: Telefónica. Con lo que nos cuesta, lo único que nos faltaría es que encima fuera una multinacional. ¿Que lo es? Anda, pues vamos bien.

P.D.: Perdonen ustedes que esto no es deporte.

[Máximo Medina - 10 de junio de 2010 - 01:08]

¡Cuánta razón tiene mr. Faber! Nadie se ha parado a pensar en ello, me refiero aquí en España, pero realmente ¿qué producimos en este país? Por lo que se ve, turismo, porque nos sacan de ahí y nos encontramos con que la industria textil y zapatera (sin segundas) se ha ido a parar a China -es más barata la mano de obra y tal y tal-; los coches los montamos para otros: Ford, Opel, Citröen, Peugeot, SEAT (es alemana); la banca está tan interconectada con el resto del mundo que dudo mucho que los dineros que metemos en nuestras cuentas se queden en España (los beneficios, claro), la eléctrica principal española es italiana; los productos agrícolas están incluidos dentro de la cuota europea y producir de más nos acarrea sanción; el comercio está como está porque las grandes superficies son todas extranjeras y si sobrevive alguna hispana es de pura chiripa (¿qué significará chiripa? Pues carambola y en Venezuela una especie de cucaracha); hasta los periódicos están alineados con empresas extranjeras de mucho mayor volumen. A nosotros aquí nos queda la Dorada (con capital y dueños foráneos) y las putas la mayoría son también de allende los mares (¿qué mares? yo que sé). Pese a todo, los americanos saben lo que hacen, aunque casi todo lo hagan fuera. Porque cuando las cosas se les complican, rompen cualquier tratado de deslocalización y se quedan tan anchos. Y, además, el resto del mundo les importa un pepino siempre que no les sea útil para algo. En España suele ocurrir justo lo contrario: lo de fuera siempre es mejor que lo que tenemos en casa... salvo la selección de fútbol, espero.