Blogia
Desde mi escaño

Los puentes de Rajoy

Los puentes de Rajoy

Mariano Rajoy vuelve a engañar a los españoles. Sí, ¿se acuerdan ustedes que en el discurso de investidura prometió, entre otros tantos aspectos, que se iban a articular los mecanismos necesarios para que en España se acabase con el cachondeo de los festivos entre semana por el perjuicio que laboralmente causaban a la productividad y al normal funcionamiento de las empresas? Pues bien, prácticamente un año en el poder y en este santo país nos hemos vuelto a comer con papas fritas otro festivo que no permite hacer absolutamente nada, salvo que seas funcionario y hayas sabido guardar racionalmente días de vacaciones para asegurarte una escapadita de cuatro o cinco días.

Rajoy anunció desde el estrado del Congreso de los Diputados que si iba a buscar un mecanismo por el cual todo aquel festivo que cayese en martes, miércoles o jueves sería trasladado siempre a un lunes o un viernes para que no se rompa el ritmo comercial ni la actividad laboral en despachos ni en la propia administración pública. Ya sabemos que no a todos los ciudadanos les gusta se carguen o dinamiten los llamados acueductos, pero tampoco podemos negar la mayor de que este pasado jueves 1 de noviembre de 2012 ha supuesto una torta bien dada a nuestra economía porque, y esto es así, mañana son muchas las empresas que están a medio gas ante la inminente llegada del fin de semana y en la administración, ni les cuento, un despiporre de marca mayor.

Pero claro, ¿qué podemos esperar de un país donde hasta no hace mucho tiempo había encuestas en los que se le preguntaba a la gente si estaría dispuesta a sacrificar el descanso en sábado o domingo a cambio de no perder su empleo o no ver mermadas sus potencialidades salariales y el resultado del mismo sondeo era aterrador arrojando que muchos no estarían por la labor de levantar ni media ceja en esos días de asueto? Pues eso, que así nos va.

Eso sí, aquí lo cachondo es que esos mismos que ponen el grito en el cielo porque haya que trabajar un sábado o un domingo son también los mismos que se cabrearían como monos si un sábado en la noche los garitos, bares, cafeterías o quienes tienen que atender las comisarías o los hospitales estuviesen chapados. Ellos no quieren trabajar, pero sí quieren divertirse y entonces ‘obligan’ al resto a currar. Como mínimo resultaría paradójico, pero bueno es que España está llena de paradojas, entre ellas que pese a lo rematadamente mal que lo está haciendo este Gobierno, aún está peor valorada la oposición.

2 comentarios

Maria Hernandez -

Esta es una más de las promesas incumplidas de este (des)gobierno de Mariano Rajoy, que parece que desde que llegó al poder baila al son que mejor suena, como si fuera una marioneta. Lo peor de todo es que los que nos mareamos somos los ciudadanos.
En este caso de los puentes, los astros se han aliado con D. Mariano y el año próximo le han hecho “un favor” ya que 2013 tendrá solo ocho días festivos a nivel nacional, uno menos que este que ya se acaba.
De esas festividades solo la mitad caen entre semana y el resto caen o viernes o sábado. Así no se tiene que “devanar” la cabeza para ver cómo los organiza.

Y esto es “muuuuy malo” para los funcionarios que no se van a poder coger cuatro días de fiesta seguidos a costa del erario público y no se van a poder quitar el “estrés” que deben de acumular por no tener la espada de Damocles, de la falta de trabajo, sobre sus cabezas.
En lo que debería trabajar el Gobierno es precisamente en eso, en ir pensando en echar a la calle a los funcionarios de carrera que no son productivos y se pasan el día tomando café. Que los hay.
Aunque tampoco está demostrado que pasar muchas horas en el puesto de trabajo sea más productivo, al menos no en todas las profesiones.

Y luego está el sector servicios que a estos les viene como anillo al dedo que haya días festivos para poder mover el negocio, aunque claro esto les interesa a los empresarios, no a los pobres currantes que tienen que estar ahí al pie del cañon. Hablo, por supuesto, en el caso de los currantes españoles, nacidos en España, que les gustaría más pasar el tiempo con sus familias, sentados en las terrazas de esos negocios tomando el aperitivo tranquilamente, paseando, de compras o simplemente en el sofá de casa, disfrutando de la compañía. Porque si hablamos de los currantes de otras nacionalidades, estos lo que han venido es a trabajar.

El caso es que como pensemos que este Gobierno nos va a sacar las castañas del fuego ya podemos esperar sentados.

@MMariaHs

Máximo Medina -

Tal como usted lo pone, quitamos todos días de fiesta del año y así tendremos una competitividad brutal que el resto de países quisiera para sí. Es una falacia, porque la verdadera competitividad es producir más de lo que cuesta, porque lo demás son zarandajas y habladurías para imponer cosas y sistemas. Si yo gano mil y produzco beneficios de 10.000 (o cualquier otra cantidad superior a mil) soy competitivo, pero si gano mil y produzco 800, no lo soy, aunque trabaje todas las fiestas del año y sábados y domingos y lo que vuesa merced desee. Una vez más, se impone el equilibrio: la mayoría desea trabajar, pero también descansar y la balanza no se puede desequilibrar para ninguno de los lados. Y es que una cosa es la realidad y otra los deseos personales.