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Desde mi escaño

Gamonal: el germen de otro 15-M

Gamonal: el germen de otro 15-M

Tenía mis dudas, pero ya las tengo aclaradas. Gamonal no es más que una mera excusa para reactivar el movimiento antisistema, la vuelta a la escena pública de los quincemeros y de los perro-flautas. Los hechos hablan por sí solos. Una protesta vecinal, perfectamente comprensible y lícita porque no desean que su barrio pierda un montón de plazas de aparcamiento y se convierta en una calle del embotellamiento por mor de que el Ayuntamiento de Burgos pretende llevar a cabo las obras para emplazar un bulevar. Hasta ahí, todo perfectamente entendible y comprensible. Lo que ya no tiene justificación es que ese barrio burgalés se haya convertido en un segundo ‘Belfast’. Algo tenía que haber detrás.

Y, ‘voilà’, ya tenemos la solución a la gran pregunta. Ha bastado un pequeño conflicto vecinal para que algunos quieran apagar una pequeña llama empleando queroseno. Y como el Arlanzón pasa por Burgos, pues ya empezamos a revestir de manifestaciones solidarias con Gamonal una serie de concentraciones en varias ciudades españolas, pero con el punto de mira puesto en Madrid, donde las últimas noches han sido un ensayo de escaramuzas, de manifestaciones perfectamente politizadas y del gamberrismo más exacerbado.

El 15-M ya tuvo su génesis en 2011, se instaló y se apropió por cerca de tres meses de la Puerta del Sol, pero su continuidad quedó porque los ciudadanos buscan un cambio al actual sistema político, pero no por la vía del rupturismo violento de histéricos insultando a la policía y pateando como locos las vallas. Eso no se desea y por eso empezaron a surgir otros movimientos ciudadanos de corte pacífico y que, curiosamente, son más molestos para el sistema imperante.

Sin embargo, estos ‘quincemeros bis’ tratan de recuperar un protagonismo perdido y han aprovechado la semilla de Gamonal para intentar sembrar de nuevo el pánico y el terror en nuestras calles. ¿Qué culpa tenemos los ciudadanos de a pie de lo que pase en un barrio concreto? Hay una herramienta sencilla, elecciones, o, en su caso, inundar de quejas al Consistorio de Burgos. Lo que no es de recibo es que los comerciantes del centro de Madrid y de otras ciudades estén acongojados por lo que pueda pasar con sus establecimientos y las personas de bien, que sólo desean disfrutar de una tarde o una noche alrededor de Sol, huir a vela llena porque entre vándalos y policías se va a montar la de San Quintín.

1 comentario

María -

Gamonal es, también, una marca de queso, de cabrales. Pues bien, esto huele igual, igual de mal y los motivos están subterráneos, como las plazas de aparcamiento que quieren construir.
Nos la quieren dar con queso.
Es posible protestar sin molestar.
Pero a los violentos no les importan ni la crisis, ni el paro, ni los desahucios y menos todavía los vecinos de Gamonal.

@MMariaSp