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Desde mi escaño

Guillermo Guigou: el voto valioso

Guillermo Guigou: el voto valioso

El genial Miguel Delibes escribía en 1978 una novela fantástica, llevada luego a la gran pantalla, titulada ‘El diputado voto del señor Cayo’, basada en esos albores de la democracia y en las prácticas más o menos legales para conseguir por parte de los partidos la voluntad, en este caso, de un modesto aldeano. Este sistema, modulado en sus formas, se ha mantenido hasta nuestros tiempos, pero con el agravante de que muchas veces los votos, aunque fuesen para la oposición, servían para que unos y otros se echaran a dormir en los laureles durante cuatro años e intentar repetir engaño a la siguiente cita electoral. Pero, todos, afortunadamente, no son así y tenemos el caso del señor Guillermo Guigou, en Santa Cruz de Tenerife.

No me duelen prendas, ni me dolerán, en poner en valor la labor del concejal de Ciudadanos de Santa Cruz porque él, por encima de la marca del partido en el que militase, siempre fue alguien que jamás escatimó un esfuerzo o regateo la visita de vecinos a su despacho. Su puerta, soy fiel testigo de mis años como periodista político, primero en Ideapress, luego en La Gaceta de Canarias y en mis comienzos en Periodista Digital, siempre estuvo abierta para todos los ciudadanos que requiriesen cualquier tipo de ayuda, consejo o recomendación. Las horas que Don Guillermo ha hecho en el Consistorio no tienen precio y la última persona en ver que esto no es una exageración en Vanesa Montes, por quien este concejal ha dado hasta la última gota de su energía para conseguir que tenga una vivienda digna y no la cochambre con la que la quería despachar el Ayuntamiento.

A él, junto a Ángel Isidro Guimerá, le debemos que ahora empiece a salir toda la porquería judicial que durante años ha estado ocultándose bajo las alfombras de la Casa de los Dragos, casos gravísimos de corrupción política entre Emmasa, Las Teresitas, Fórum Filatélico, el García Cabrera. Por lo pronto, al ex alcalde Miguel Zerolo, placentero durmiente en el Senado, ya le han caído ocho años de inhabilitación y los que te rondaré morena. Ahora son muchos los que se suben al carro del éxito de Guigou, pero los que conocemos esta historia desde el principio sabemos que este político ha tenido que aguantar mucho desprecio mediático y hasta invenciones denigrantes por parte de aquellos que no tienen más argumentos.

Por mi parte, Don Guillermo, enhorabuena por el nuevo éxito conseguido y si aún no es tarde, replantease su idea de dejar la vida política. Santa Cruz de Tenerife sigue necesitado de gente como usted. En este caso, no podemos hablar de voto disputado, como el del señor Cayo, sino de voto válido. Jamás una papeleta tuvo tanto valor para los vecinos de esta pequeña gran ciudad. Felicidades por su ingente, denodada y no siempre recompensada labor. “Se dijo, amigo”.

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