Bono y Tardá, ¡vaya par!

El portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Joan Tardá, se ha despachado en un congreso de las juventudes de su partido con una frase que, aunque nada sorprendente, sabiendo de donde proviene el elemento en cuestión, tendría necesariamente que culminar en la salida a patadas por la puerta trasera del hemiciclo de este personaje e inhabilitarle de por vida para el ejercicio de cualquier cargo público.

El amigo del asaltapiscinas y cierraradios no ha tenido mejor ocurrencia que reclamar la vuelta de la República deseando la muerte del Borbón, entiendo que de Don Juan Carlos I. Uno, que se decanta por el fin de la Monarquía por entender que es un sistema caduco, que en nada mejora nuestra vida y que, al mismo tiempo, supone un derroche insostenible en tiempos de crisis, también tiene claro que será la evolución de nuestra sociedad la que termine por derrocar la monarquía de aquí y la de otros países, pero nunca deseando la muerte de nadie ni, por supuesto, incitando a un magnicidio.

Pero si lamentables y repulsivas son las declaraciones de Tardá, peor aún es quien le sigue el juego y las justifica por el temparamento primario del individuo en cuestión. José Bono, a la sazón presidente del Congreso, ha salido en defensa del patán de la izquiera republicana catalana asegurando que no hay que tomarlas al pie de la letra y que sólo responden a una naturaleza impulsiva del individuo. Pues nada hombre, la próxima diatriba contra la Corona, España y las instituciones que la sostienen que la haga en el pleno del Congreso de los Diputados. Total, si sólo se trata de la expresión de un tío temperamental, supongo que no habrá problemas en reírle la gracieta y despacharle, a lo sumo, con una leve amonestación.

La verdad es que tampoco sorprenden las palabras de Bono, político acostumbrado a realizar múltiples papeles, a cual peor, y que es capaz de inventarse una agresión en una manifestación contra ETA, que llamar hijos de p... a los miembros de su partido por el affaire de la Madre Maravillas. ¡Vaya par el Tardá y el Bono!