La coherencia imperó en Ciudadanos de Santa Cruz
Ciudadanos de Santa Cruz, el partido de los señores Guillermo Guigou y Ángel Isidro Guimerá, ofreció el pasado lunes por la noche una muestra de que aún pueden quedar atisbos de coherencia dentro de la clase política española. Finalmente, el comité local decidió rechazar de plano la integración en ese gobierno de concentración que, hábilmente, había ofrecido al resto de formaciones el alcalde capitalino, Miguel Zerolo. Desde luego, sorprende la medida adoptada por esta fuerza, dado que horas antes se había defenestrado a la secretaria del grupo, Odalys Padrón, quien acusó a los mandamases de Ciudadanos de haberse vendido. Algo así entenderían los miembros del comité, que abortaron el ingreso en ese gran pacto municipal ofrecido por el primer edil, aunque la vuelta de la señora Padrón no está tan claro, ya que a nadie le gusta que le llamen vendido (aunque evidencias existían para tal sentencia).
Lo cierto es que la trayectoria política de Guigou y Guimerá, que de por sí ya lleva tiempo encaminada por una vía estrecha, hubiese sufrido un corte bastante profundo si, encima, hubiesen aceptado la oferta de Zerolo. Pero no porque su propuesta fuera tramposa (que en parte sí lo es, ya que pretende darle la boleta a su socio, el incombustible e inagotable Ángel Llanos), sino porque nadie del partido entendería que después de montar la campaña con el machango de Pinocho y su famoso ’Yo cumplo’, en referencia a los supuestos líos judiciales del alcalde (algo, por cierto, que hay que demostrar aún en los tribunales, por más que le pese a Juan Fernando López Aguilar), al final los jefes se aliasen con el líder al que han estado poniendo de vuelta y media durante la campaña y en los casi dos años que ya llevamos de legislatura.
De verdad, aunque ni comulgo ni comparto los preceptos de Ciudadanos de Santa Cruz, por una vez estoy de acuerdo en que ha imperado la coherencia en una formación política y que resultaría reconfortante que esto fuese así siempre, aunque desgraciadamente, cuando hay mucho dinero y poder de por medio, no suele ser la norma habitual.
1 comentario
Lewis Rogers -