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Desde mi escaño

Rehabilitación paterna y cadena perpetua

Rehabilitación paterna y cadena perpetua

El macabro crimen perpetrado en Sevilla, y como tuvo como víctima a la joven Marta del Castillo, no puede quedar impune bajo ningún concepto. Con el Codigo Penal en la mano, el autor (o autores) debe cumplir lo máximo establecido en la ley, pero además evitando cualquier tipo de rebaja en la condena. Pudrirse, por desgracia, no se va a pudrir y al final acabará saliendo del presidio dentro de 15 o de 20 años, pero el tiempo que esté metido entre barrotes que lo sufra en su máxima intensidad.

Seguramente, habrá quienes crean que ese no es el camino, que así no se reintegra en la sociedad a un joven que ha cometido este brutal y macabro asesinato, pero la cuestión real es cómo se puede rehabilitar a esos padres que han perdido a una hija de la manera más cruel que se pueda imaginar. ¿Acaso creen que ese padre, esa madre, toda la familia, podrán olvidar en algún momento de sus vidas lo que ha sucedido? Nunca. No hay tratamiento psicológico que pueda hacer más llevadero este atroz suceso. Quizá, sólo el tiempo actúe como un bálsamo, pero bastará con raspar ligeramente para que a esas buenas personas le afloren de nuevo todos esos dolorosos recuerdos.

Esta muerte violenta viene a recordarnos lo que sucedió hace un año, con la cruenta desaparición y posterior asesinato de Mari Luz Cortés, en Huelva. Desde entonces, sus padres, muy especial Juan José Cortés, se han recorrido España de punta a cabo para recoger firmas y forzar al Gobierno a que cambie la legislación para este tipo de casos, es decir, que se instaure la cadena perpetua. No puede ser que matar en este país salga tan barato, ya sean atentados terroristas, pedófilos o ex parejas dominadas por los celos. En estos y en otros supuestos, el autor debe saber perfectamente que el peso de la ley será implacable y que no tendrá más salida que pudrirse de por vida en una cárcel, sin posibilidad además de acogerse a beneficios de reducción de condena.

Habrá también quien piense que, de seguir así, acabaremos como algunos estados de los Estados Unidos, implantando la silla eléctrica o una inyección letal y que, puestos a seguir con el razonamiento, también podríamos entalegar y matar a gente inocente. Desde luego, obviamente, todo es posible, pero cuando existen pruebas más que evidentes que un joven le ha arrebatado la vida a una chica por puro capricho, lo mejor es que ese tipo de especímenes no vea nunca más la luz de la calle. Convenimos en que ese correctivo no servirá para resucitar a la víctima (ni aunque a los padres les paguen todo el oro del mundo), pero al menos se evitará que esa alimaña pueda perpetrar otro crimen. De todas maneras, todo esto es especular y, cuando se trata de que legislen los políticos...todo puede pasar (y no para bien, precisamente).

1 comentario

Pedro Hernández -

Ningún Gobierno en España cambiará la legislación. No lo hizo la UCD, ni el PSOE ni el PP. Muchos hablan de lo mal que se vivía con Franco...pero qué gran verdad es ésa de que con Franco estas cosas no sucedían. Desde luego, estos individuos se pudrían de por vida en la cárcel. Y a Dios gracias que no les fusilasen.