Elecciones urgentes en el Real Madrid
El presidente interino o en funciones del Real Madrid, Vicente Boluda, empieza a pagar caro el hecho de haber cogido el cargo y anunciar que las elecciones, en un principio, no serían hasta el mes de junio, a finales, concretamente. ¿Y por qué entiendo que es un error la decisión adoptada por el mandatario merengue? Muy sencillo. Prácticamente, no tiene libertad de movimientos de cara a la planificación de la temporada que viene. Un ejemplo claro. Hay jugadores que podrían interesar a la entidad de Chamartín, pero no se puede hacer nada, ya que sería hipotecar el futuro para el nuevo presidente (seguramente Florentino Pérez). Con el entrenador, sucede tres cuartos de lo mismo. Juande Ramos, a pesar de sus planteamientos ultradefensivos, parece que poco a poco ha ido convenciendo a una gran parte de la masa social madridista y abogan por renovarle. Sin embargo, es otro punto que no se puede tocar hasta que no se produzcan la cita con las urnas.
Por eso, resulta más que necesario que la asamblea de compromisarios que se celebrará el próximo mes de marzo tratara de forzar por todos los medios la urgencia de la convocatoria de elecciones, que, no obstante, ya no podría ser hasta finales de abril o ya incluso en mayo, según el tiempo establecido en los estatutos. Lo que está claro es que nadie entiende que un equipo que mueve un caudal de millones de euros tan impresionante, siga anquilosado en el pasado, al igual que en su momento le sucedió al Barcelona. De acuerdo que son de las pocas instituciones deportivas en España que aún son propiedad de los socios, que no funcionan como una empresa al uso, pero tal vez habría que modernizar, precisamente, esos estatutos y adaptarlos a una realidad que va cambiando a una velocidad impresionante.
No parece lógico, pues, que el Real Madrid viva una situación tan surrealista y que vuelva a llegar al mes de agosto con la única posibilidad de realizar fichajes de medio pelo y a un coste mayor. De todos es sabido que los fichajes, las grandes decisiones deportivas de la campaña venidera no se toman una vez haya finalizado el presente campeonato, sino que se van cocinando meses antes. Dicen las malas lenguas que el señor Florentino tiene atados a Kaká, Cristiano Ronaldo e incluso a Fernando Torres, amén de Ancelloti como entrenador, ases todos que le conferirían una victoria electoral sin paliativos. Es más, de ser verdad, no habría candidato capaz de arriesgar los seis millones de euros que se requieren como aval para concurrir a la cita con las urnas. Pero, como todo esto no deja de ser un rumor y los socios ya están más que mosqueados con la etapa de Ramón Calderón (prometió oro y sólo dejó despojos) igual no se fían de las promesas de Florentino Pérez. Además, tampoco hay que desechar ese dicho tan castellano que reza que segundas partes nunca fueron buenas.
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Lewis Rogers -