Zateparo f..allón
El presidente del desgobierno de España, el f...allador José Luis Rodríguez Zateparo, digo Zapatero, vuelve a reírse de toda la ciudadanía con el problema del desempleo. Sus optimistas previsiones, una vez más, vuelven a quedar en agua de borrajas antes la implacable realidad de un mercado laboral que lleva cerca de un año dictando sentencia. Las empresas no hacen más que despedir a personal, pero claro, como en la Moncloa no se aplica un ERE interno, pues a ZPinocho y sus mariachis les trae al pairo esta situación de inestabilidad que viven los trabajadores y los desempleados, unos, los primeros, porque no hacen sino estar con un permanente miedo atroz de que en cualquier momento se abra la puerta del despacho del jefe y les dé la consabida carta de despido. Los segundos, los que ya pertenecen a la interminable lista del INEM, porque ven que cada vez va a estar más compleja la empresa de hallar un empleo con tanto competidor en las mismas circunstancias.
Lo que no tiene perdón de Dios es que este hombre, ZPinocho, siga saliendo ante la prensa y no se le caiga, aunque fuera mínimamente, la cara de vergüenza. ¿No fue este el caballero que había afirmado que nuestra economía estaba en la Champions League? ¿No es este el mismo presidente que llamaba antipatriotas a quienes criticaban el mal rumbo que llevaba España desde el punto de vista económico? ¿Y no era éste quien decía que a partir de marzo se iban a crear tropecientos mil puestos de trabajo? Pues nada, el pasado día, coincidiendo con la visita del presidente de Rusia, va el jefe del Ejecutivo y se descuelga con la frase de que ante los datos del paro hay que ir con cautela y que no se pueden hacer previsiones. Es decir, que ya nos podemos poner en el peor de los escenarios, qué duda cabe.
De todas maneras, para ahorrarle el mal trago, el BBVA ya ha anticipado (no la nómina, precisamente) que el año 2009 puede acabar perfectamente con más de cuatro millones de desempleados y que para inicios de 2010 se podría estar hablando de 4,5 millones. Sinceramente, les digo que ahora mismo firmo el análisis realizado por la entidad del señor González. Al ritmo que vamos de destrucción de trabajo en España, podríamos llegar a diciembre del presente ejercicio tocando con las yemas de los dedos los cinco millones, es decir un millón más de lo que predice el centro de estudios del BBVA.
Sea como fuere, lo que no parece de recibo es que, aparte del presidente del Gobierno, que hace tiempo que tendría que haber hecho el petate, sigan en sus puestos los ministros de Trabajo, el señor Corbacho; y el de Economía, el 'envidioso' Pedro Solbes. A este último, la verdad, Zapatero le está haciendo la pascua, ya que no lo pudo decir más claro en su momento, que sentía envidia de la condición de ex ministro de Mariano Fernández Bermejo. Pero nada, parece ser que la carrera de méritos en este Ejecutivo consiste en hacer las cosas rematadamente mal y como al triste de Solbes no le sale una a derechas, pues ZParo le sigue manteniendo en su puesto de trabajo. Y uno puede pensar cómodamente frente a la pantalla lo que son las cosas; si usted comete un error en su oficina, posiblemente le pongan de patitas en la calle, pero si es ministro de Economía y trabaja a las órdenes de Zapatero, da lo mismo, seguro que usted sigue conservando su empleo. Y ahí está Magdalena Álvarez para confirmar este aserto.
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