Frente a cuatro millones de parados, la guerra de Irak
El Gobierno de José Luis Rodríguez ZParo sigue empeñado en recetar a los enfermos, digo a los ciudadanos, viejos métodos de curación que, lamentablemente, ya no funcionan o, al menos, no alcanzan los resultados que se lograron cuando el galeno se encontraba pasando consulta en la oposición. Salir el pasado sábado, con más de cuatro millones de desempleados en España, que su Ejecutivo seguirá apostando por políticas sociales y que él no nos meterá en una guerra ilegal como hizo el PP en Irak es como para miccionar y no echar gota, pero sobre todo porque el argumento de las batallitas de tío Sadam (que en paz no descanse) ya está más manoseado que una pelota de balonmano. De verdad, no es serio recurrir, una vez más, a un hecho que, para bien o para mal, los ciudadanos juzgamos en las urnas y que, fíjense ustedes, nunca llegó a demostrarse la relación causa efecto, porque en plena contienda bélica, mayo de 2003, se celebraron unas elecciones autonómicas y municipales donde el PP no obtuvo, precisamente, unos malos resultados y en las vísperas del 14 de marzo de 2004 sólo se ponía en discusión si los conservadores podrían revalidar su mayoría absoluta. Luego, pasó lo que pasó el 11 de marzo y el agit-pro desde las plataformas mediáticas de Ferraz sirvió para voltear el resultado.
Pero bueno, a lo que iba. El Ejecutivo de ZPinocho se muestra inasequible al desaliento. Que la Encuesta de Población Activa señala que en este país ya hay más de cuatro millones de parados, nada, el presidente no se va a preocupar, más gasto, revestido, eso sí, de política social, pero nada de poner soluciones concretas sobre la mesa (salvo que su gabinete no se meterá en conflictos armados ilegales). Ahora se plantea la posibilidad de habilitar una partida extraordinaria de 9.000 millones de euros para las corporaciones locales y acometer, de esta manera, un segundo Plan E (o por el estilo). Pero, vamos a ver, ¿qué efectos ha tenido el primer plan? ¿dónde está la prometida recuperación de empleo en la que tanto se empeñó Zapatero? Ha pasado marzo, abril se está acabando y, salvo trucos de magia, los ciudadanos nos vamos a levantar el 4 o el 5 de mayo con unos resultados de desempleo sumamente espantosos. Sinceramente, desconozco que se está haciendo con ese dinero de Plan E o como quieran llamarle desde Moncloa, pero aquí la cifra de personas apuntadas al INEM va in crescendo y desde el Gobierno de España no tienen respuesta. Es más, el viernes salió la señora Elena Salgado a decir que, de momento, no tenía previsto ninguna medida de acción extraordinaria al margen, eso sí, de las que ya estaban puestas en marcha.
Las estadísticas, que están ahí para reflejar la labor de los diferentes gobiernos, marcan claramente que con ZP el paro ha igualado y rebasado los peores tiempos de la época felipista, cuando sobrepasábamos los tres millones de personas que estaban sin trabajo, pero ojo, además con el agravante de que hace años se incluían en esas listas a las personas que, una vez habían acabado su formación académica, buscaban su primer empleo. Ahora, según cuentan muchas personas, el truco que aplica el INEM es el de meterle tippex a esos demandantes de curro que hasta la fecha no se habían incorporado al mercado laboral, o sea, universitarios o alumnos recién salidos de la Formación Profesional. Por eso, cuando se habla de más de cuatro millones, la realidad auténtica es que casi nos podemos situar en un escenario con el quinto millón en ciernes. Pero el Gobierno, señoras, señores y señoros, quieto parado, pero asegurando que no se meten en guerras ilegales.
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Máximo Medina -