Blogia
Desde mi escaño

Jugar con la comida de los más necesitados

Jugar con la comida de los más necesitados

El Ayuntamiento del Puerto de la Cruz ha salido a la palestra para asegurar que la asociación La Mesa, una ONG que se encarga de repartir comida entre las personas más desfavorecidas, ejerce su actividad de manera ilícita y que el local que utiliza para tal empresa carece de licencia. Además, el Consistorio portuense precisa que los miembros de esta organización está cobrando una cantidad por esos alimentos, algo que se contradice con el espíritu de lo que debe ser una entidad sin ánimo de lucro. Bien, pero el problema radica cuando se habla con la otra parte del conflicto, los miembros y los beneficiarios de La Mesa, y aclaran que si bien es cierto que se pide voluntariamente un euro por esos víveres, también quieren recalcar el carácter de voluntario, que no existe una obligatoriedad a la hora de dar esa moneda, sobre todo porque hay familias a las que ese euro les supone poder pagar por completo el recibo de la luz. De hecho, dudo mucho que haya propósito de enriquecerse por parte de esta ONG porque lo que han estado repartiendo a cada familia tiene un coste muy superior a esos 100 céntimos por los que la alcaldesa y concejales progresistas socialistas han puesto el grito en el cielo.

Lo cierto es que al final de todo lo único que se consigue con la postura del PSOE en el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz es que haya familias necesitadas que se vean privadas de recibir esos alimentos, bien con el pago simbólico del euro o bien de forma gratuita. Y es que, señora Padrón, no se trata de establecer una tabla rasa de todos a pagar o todos gratis. Seguramente, dentro de esas cientos de personas que han estado haciendo cola en los últimos días ante La Mesa habrá quienes pueden permitirse el lujo de pagar un euro (o incluso más) porque su nivel de pobreza es preocupante, pero no tanto como para estar sin un céntimo. Es más, seguro que son conscientes de que si pueden llevarse a su casa esos alimentos por una ínfima cantidad de dinero, también contribuyen a que la asociación pueda adquirir más productos y, por ende, ayudar a más personas que estén necesitadas dentro del municipio norteño.

El problema, a fin de cuentas, es querer capitalizar una acción que ha gozado de un éxito popular inusitado. El Consistorio habla de que reparte sin coste alguno 250 bolsas de comida diarias, pero lo cierto es que, una de dos, o hay muchos pobres en el Puerto de la Cruz o esos alimentos estaban llegando a otras manos que no tenían necesidades tan perentorias. Sea como fuere, no sé que está pasando últimamente con el tema del reparto de alimentos. Unos, que si hablan con los hipermercados para que los productos con fecha de caducidad preferente vencida o a punto de vencer sean dados al Gobierno de Canarias para que sean dados a los pobres y los otros, los socialistas portuenses, que le dicen a esta ONG, La Mesa, que no tienen permiso para ejercer su actividad y que el local no cumple con los requisitos municipales para permanecer abierto. Muy bien, sigan ustedes jugando con las cosas de comer, que seguro que cuando lleguen las elecciones muchos de esos votos irán a parar a otras opciones. Parece mentira que cuando unos voluntarios sacrifican su tiempo y su dinero en beneficio de cientos de personas la clase política meta sus zarpas en esas brillantes iniciativas y echen todo a perder. Una lástima que los servicios sociales portuenses estén tan politizados y ocupados por personas que no tienen la preparación suficiente.

3 comentarios

Máximo Medina -

A pesar de vivir en Canarias somos unos folclóricos. Nos gusta más una juerga que comer... No obstante, en el manual del político una e las primeras normas es la de no intervenir en asuntos estrictamente sociales, salvo que sea para mejorar la iniciativa. No parece el caso, cuando lo que se busca es buscar defectos a cualquier movimiento de la ciudadanía. Es algo así como 'que buenos somos', cuando me interesa y 'eso no se puede hacer' cuando me han dejado fuera de la popularidad. El político se debe al voto, al menos eso es lo único que piensan ellos, y olvidan que no se pueden poner puertas al campo, cuando éste se encuentra perfectamente cultivado. Es la impresión que dan en este caso.

José Hernández -

Tiene razón el señor Velarde. Los socialistas, muy progresistas ellos, pero primero se llenan los bolsillos y dejan las arcas de donde gobiernan hechas unos zorros.

Joan Eloy -

Demagogia pura y dura la de este artículo.