Victorias similares, o no
Fútbol y política, universos paralelos en lo que se refiere a la exaltación del espíritu o decaimiento supremo en función de los resultados obtenidos en la jornada correspondiente. Ayer, prácticamente al unísono, mientras el CD Tenerife consolidaba y dejaba la empresa del ascenso al borde mismo de la mayoría absoluta, el Partido Popular hacía lo mismo en la contienda europea. El triunfo deportivo de uno se confundía con la victoria más o menos holgada de los conservadores. De hecho, en la sede de los triunfadores, de los peperos, en más de una ocasión se coreó con todos los pulmones el "a Primera, oe, oe", en clara referencia al 2-0 frente al Xerez. Sin embargo, no conviene confundir deporte con política. De acuerdo que las escenas de júbilo eran más o menos similares, pero a día de hoy quien tiene más cerca la verdadera gloria es el CD Tenerife. El PP, que nadie se llame a engaño, sólo ha colocado los cimientos de lo que debe ser una labor de tres años (2012), con parada obligada en el 2011, con las elecciones autonómicas y municipales.
Y es que el resultado cosechado ayer por las huestes de José Luis Oltra les coloca a un único punto de conseguir el ansiado regreso a la máxima categoría del fútbol español y, además, con todas las opciones en su mano de poder hacerlo como primero de la Segunda División. La contienda disputada en el Heliodoro Rodríguez López era la auténtica prueba de fuego para demostrar que el trabajo realizado a lo largo de la campaña iba encaminado a no dejarse llevar por los nervios en los momentos decisivos. Se sufrió, sí, sobre todo con la estúpida autoexpulsión de Ricardo en la primera parte. Pero ni aun así fueron los jerezanos capaces de igualar el choque y, de remate, Nino certificó el triunfo final (y tal vez su condición de pichichi) con un gol más, el que suponía el 2-0, y que ponía a los blanquiazules en lo más alto de la clasificación. Ahora, si todo va según lo previsto, el ascenso se obtendrá en Girona o, en el peor de los casos, en casa, última jornada, frente al Castellón.
En cambio, el Partido Popular, con euforia desatada tras los comicios europeos, tiene que tener asumido que lo de anoche únicamente ha constituido la primera piedra de lo que debe ser su proyecto en los próximos tres años. Más de medio millón de votos en relación a los cosechados por el PSOE supondrían, en un escenario nacional, estar relativamente cerca de la mayoría absoluta. Muchos pueden echarle ahora la culpa al empedrado, al árbitro o a los peces de colores, lo digo por la abstención, pero eso mismo sucedió en el 2004 y entonces los socialistas ganaron, por un estrecho margen (a pesar de que las encuestas hablaban de diez puntos de distancia), pero suficiente para ser la primera fuerza en España dentro de esas eurovotaciones. Si entonces no servía el argumento de la abstención, las reglas han de regir también en el 2009.
Pero, insisto, es lícito que los populares celebrasen la noche del domingo esa victoria en las urnas, mas no se deben de llevar a engaño. Al contrario que el CD Tenerife, su próximo partido no queda tan cercano, No se juega la próxima semana, sino dentro de tres y con esa reválida obligada en el 2011, en la mayoría de las autonomías y en todos los ayuntamientos. Será entonces cuando se podrá calibrar la verdadera valía del triunfo obtenido este pasado 7 de junio. Eso sí, la gran pregunta que muchos se hacían y nos hacíamos anoche era la de saber dónde andaba metido Zapatero. ¿Quizá se lo tragó esa Europa rancia que tanto pretendía cambiar? Ustedes responden.
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Máximo Medina -
Mari Ano Rajoy -