La Justicia del vuelva usted mañana
La inspiración para este artículo me llegó de manera casual. Iba acompañando a un amigo y compañero de profesión a la Inspección de Trabajo para llevar al registro unos documentos y la funcionaria que nos atendió, muy preguntona ella al principio, pero bastante amable al final, nos sorprendió cuando en vez de sellar los papeles que le llevábamos, sacó un código de barras adhesivo y lo pegó en la parte superior de los mismos. Asombrados por este nuevo sistema, la susodicha nos respondió que la idea es agilizar todos los trámites administrativos, tanto para los usuarios como para el propio cuerpo funcionarial. En definitiva, que se trata de ir dejando atrás esa estampa de pilas de carpetas amontonadas en las mesas y en el suelo, donde poder trabajar con normalidad suponía una verdadera utopía. Para mis adentros me dije yo tan campante, pues mira tú que bien, que ya empezaremos a ver dinamismo en todas las gestiones burocráticas que haya que hacer...hasta que me acordé de la Justicia.
Sí, ahí se vino mi optimismo por los suelos y es que, desgraciadamente, esta parcela parece seguir anclada en la época del Tribunal de la Santa Inquisición o mucho más atrás. Las causas judiciales, al menos en España, siguen tratándose como asuntos del tipo "Vuelva usted mañana (o dentro de un año, mejor)" del inefable Larra. Todo sigue haciéndose a mano y a poca máquina. Lo de los ordenadores e internet, salvo excepciones muy contadas, son entes ajenos a la Justicia española. Fíjense como será el funcionamiento de la misma que, sin ir más lejos, dentro del mismo edificio una demanda que se registra en el Decanato puede tardar la friolera de quince días hasta que llega al juzgado correspondiente. ¿Es o no es una tomadura de pelo?
Sí, ya sé que es un tema bastante manido y manoseado el de la lentitud de nuestra Justicia, pero es que aunque el error persista, tampoco me voy a cansar de denunciar esa especie de 'olvido' para que mejore su funcionamiento. Te matas de la risa cuando se habla y no se para sobre la necesidad de reforzar la plantilla, que hay que realizar convocatorias extraordinarias, seguir inflando el cuerpo funcionarial, habilitar nuevos edificios porque los expedientes lo copan todo. Pero miren, si es mucho más sencillo que todo eso. La clase política, la nacional y la autonómica, tiene que ponerse manos a la obra de una vez por todas e iniciar lo que debe ser una reforma integral de la Justicia, especialmente comenzando por el apartado dedicado a la modernización de la misma. De acuerdo que se tardaría un poco, pero nunca es tarde para empezar a informatizar y a crear una base de datos nacional para que las causas pendientes no se pierdan por los cuartos trasteros. No pretendo que de inicio sea como el que va a pagar el IRPF a través de Internet, pero sí un sistema por el cual empecemos a ahorrarnos plazos y trámites innecesarios. Lo que no resulta lógico es que, a día de hoy, presentar cualquier papel en el Decanato requiera de tantos trámites y, encima, pueda tardar más de dos semanas en llegar a un juzgado que, lo más seguro, está en el piso de arriba. Claro, también cuando uno se percata que los follones de los políticos también van por el mismo medio que el del resto de los ciudadanos, tal vez entiende mejor el motivo por el que interese seguir manteniendo una Justicia tan obsoleta y tan desesperadamente lenta.
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Máximo Medina -