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Desde mi escaño

Ryanair y sus disparatadas campañas

Ryanair y sus disparatadas campañas

La aerolínea irlandesa de vuelos ‘low cost’ Ryanair se está planteando la opción de vender billetes para viajar de pie en el avión, siempre en trayectos cortos de una duración máxima de 90 minutos. El director de comunicaciones de la compañía, Stephen McNamara, ha indicado que «se trata de una nueva idea encaminada a reducir aún más las tarifas aéreas y ofrecer al consumidor más opciones". Para plasmar esta iniciativa, Ryanair estudia con la empresa Boing la posibilidad de modificar la estructura de la parte trasera del avión e instalar «asientos verticales», similares a las sillas de una barra de bar. McNamara ha añadido que, de esta forma, el pasajero puede sentarse y abrocharse el cinturón, así como permanecer de pie cuando las circunstancias del vuelo lo permitan. Según han declarado fuentes de Ryanair, esta iniciativa no es una broma ni un argumento publicitario. De hecho, han asegurado que la compañía buscará ahora la aprobación de la Autoridad Aérea Irlandesa antes de encargar al fabricante el nuevo diseño en los aviones.

De verdad, sinceramente, ¿alguien ha pensado en serio lo de ponerle una camisa de fuerza al señor Michael O'Leary o, por lo menos, mandarle una temporadita a un sanatorio mental? Estamos de acuerdo en que ahora mismo hay que buscar fórmulas para que las compañías aéreas, especialmente estas de bajo coste, no acaben cerrando el chiringuito, pero lo que no es de recibo es tratar a los usuarios como si fueran una masa borrega. ¿Qué es eso de volar de pie, aunque sea en vuelos de menos de 90 minutos? Y de paso, ¿por qué no distribuyen así todo el avión, que todo el pasaje vaya así? De este modo, digo yo, cabrán más personas y podrá ganar mucho más la aerolínea.

Me da la sensación, por mucho que insista la compañía irlandesa, que no es más que otra campaña publicitaria a coste cero, al igual que ya hizo en su momento utilizando la imagen de Zapatero, la Reina Doña Sofía o al matrimonio Sarkozy-Bruni. Como me decía en clase el profesor de Relaciones Públicas, Javier Galán, que la mejor campaña de publicidad es que hablen de uno, aunque sea para mal. El hecho es que Ryanair lleva muchos años en boca de los medios de comunicación por sus más que disparatadas medidas, entre ellas la de intentar cobrar a los pasajeros por el uso del WC o, incluso, plantear la posibilidad de ahorrarse ciertos trámites de facturación y control pagando un plus. Bueno, y mejor no hablarles de aquella propuesta en la que se pediría un incremento del precio del billete para aquellos viajeros con algún kilo de más (y no precisamente del equipaje) en su masa corporal. Ya verán como al final la medida de volar de pie será otra treta de márketing subterráneo para que se hable de la empresa sin que ésta tenga que desembolsar un solo euro en concepto de publicidad. Esperemos que quienes tengan que pilotar las aeronaves y los técnicos de mantenimiento tengan las neuronas en mejor estado de conservación que O'Leary. De lo contrario, sería para echarse a temblar.

1 comentario

Máximo Medina -

Soy hombre de pocos vuelos. Lo que tenía que volar lo hice décadas atrás, pero el caso de Ryanair debería pasar a los anales del disparate. Es una compañía como las demás, pero su presidente trata de polemizar con todo, con la única finalidad de sacarle algún provecho, objetivo que no ha cumplido a pesar de todas las proposiciones, muchas de ellas deshonestas, que ha hecho. Lo curioso de todo esto es que lo hace saltándose las normativas y haciendo creer que el usuario es el único beneficiado de la idea, cuando sólo persigue obligar a los demás a imitarle. Con lo que a mí me gustar viajar en avión si encima me dicen que tengo que hacerlo de pie (porque es más barato), mejor me quedo en casa y de camino mandó a hacer puñetas a mister O'Leary. Me gusta la idea, la verdad.