La mano que meció el pacto CC-PP en Santa Cruz
Ha transcurrido algo más de una semana desde que Ángel Llanos y sus concejales cesaran en sus funciones en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. Durante este tiempo, el alcalde, Miguel Zerolo, ha realizado no sólo la reorganización de cargos que han quedado vacantes, sino que también ha acometido cambios sustanciales en la fiesta más importante de la ciudad, el Carnaval. De los dos años célebres y celebrados de Jaime Azpilicueta, de nuevo volveremos a contar con Sergio García como director de la gala, demostrando claramente que se quiere desmontar todo el entramado carnetolendo establecido por los anteriores responsables de Fiestas, con Maribel Oñate a la cabeza.
Pero vamos, lo que importa ahora no es lo que vaya a suceder con los Carnavales, sino lo que pasará con la gestión de la ciudad. Hasta la fecha, con sus aciertos y sus errores, el Partido Popular ha aportado dinamismo en las diferentes tareas municipales. Cientos de actos, de iniciativas han sido noticia incluso a nivel nacional. De hecho, hasta hace unos meses, nadie dudada de la estabilidad del pacto y sólo intereses electorales que alguien sacará a la luz algún día han sido los que han acelerado la putrefacción de un acuerdo que no funcionaba nada mal. Es más, Zerolo, último mandato como primer edil, estaba más que satisfecho conque Llanos le sacara adelante mucho trabajo.
Sin embargo, insisto, en el Consistorio santacrucero, al igual que en el thriller La mano que mece la cuna, alguien empezó a menear el roble del pacto de Gobierno, alguien que, sin tener que ser muy hábil a la hora de averiguar su identidad, tenía abultados intereses en que el acuerdo se requebrajara en mil pedazos, alguien en concreto que aspira a ser candidato (o candidata) a ocupar la poltrona a partir de 2011. A Llanos se lo habían advertido sobradamente, le habían puesto sobreaviso de que el alcalde le estaba dejando hacer hasta cierto punto, hasta ese límite en el que alguien se puso nervioso y empezó a comprobar horrorizado que las previsiones electorales podrían decantarse hacia la derecha de cara a la siguiente cita con las urnas. Entre eso y el propio sobreprotagonismo del primer teniente de alcalde fueron motivos más que suficientes para romper el acuerdo. Lo demás, las declaraciones sobre la incomodidad de tener que gobernar con concejales imputados de CC no eran más que juegos florales, sobre todo porque tal condición ya la traían incorporada de serie antes de firmar el pacto. Ahí le falto elegancia a Ángel Llanos, pero no seré yo quien le dé consejos ni a él ni a nadie. Para eso tiene asesores de sobra.
3 comentarios
pepe -
pepe -
2º) Al inicio del mandato, Luz Reverón no estaba imputada, como tampoco lo estaba Norberto Plasencia. Cuando se incorporaron Guigou y Guimerá al gobierno, tampoco estaban imputados, y ahora sí. Y, por último, el pacto lo firmó el PP con CC, no con el CCN que, además, también están investigando por una presunta financiación irregular de su propio partido.
Así que no es cierto que Llanos conociera las imputaciones cuando firmó hace 2 años con Zerolo. Sino que se han producido en los últimos meses.
Máximo Medina -