Pésima pretemporada blanquiazul
El CD Tenerife está completando una pretemporada para olvidar. Los jugadores de José Luis Oltra, que no se han enfrentado a rivales de la misma categoría, han sucumbido con menor o mayor estrépito frente a la Real Sociedad, Elche y Cartagena, esté último recién llegado de la división de bronce. En resumidas cuentas, si nos atenemos solamente a los resultados, las pruebas veraniegas han resultado un completo fiasco y sólo queda por ver cómo se comporta el equipo en la presentación en el Heliodoro frente a un primera del campeonato holandés. Los nervios, obviamente, tienen que haber empezado a cundir en la parroquia blanquiazul y sobre todo en los responsables deportivos. Lo de ahora, como dice Luna, son amistosos para coger la forma y siempre se prefiere perder estos choques y luego obtener la permanencia. Claro, eso lo firma todo el mundo, pero muchas veces lo que suele reflejarse en esos partidos de preparación suele ser un reflejo de lo que sucederá a posteriori.
Estamos de acuerdo que el Tenerife no es de los clubes más boyantes de la máxima categoría y que no será sencillo mantenerse después de 38 jornadas, pero al menos hay que intentarlo y hacer todos los esfuerzos posibles desde el Callejón del Combate para traer a esos dos o tres jugadores que puedan aportar experiencia y madurez en un conjunto que atesora talento y bisoñez a partes iguales. Está claro que haber retenido el bloque del ascenso, a excepción de Alejandro Alfaro, ha supuesto todo un acierto, pero con eso no basta para competir en Primera División, a no ser que queramos pasar las taquicardias del Sporting de Gijón que con un plantel que tampoco pudo reforzar tras su ascenso estuvo descendido hasta 20 minutos antes de acabar su partido con el Recreativo de Huelva en la última jornada.
Confío plenamente en que el Consejo de Administración del CD Tenerife realizará ese desembolso necesario para poder aspirar, al menos, a esa permanencia con un poco de tranquilidad. Sabemos del sentido común que impera en la entidad desde que Miguel Concepción se hizo cargo de la presidencia y estoy convencido de que no va a dejar escapar la bicoca de Primera en sólo un año. Una vez más tendrá que ser Santiago Llorente quien acometa a la perfección la misión que le encomiende el máximo rector blanquiazul, traer a esos jugadores buenos, bonitos y baratos, por no decir gratis. Bellvis, Núñez y Román son poca dinamita para un campeonato donde todos van con buenas cargas para cumplir su objetivo, si exceptuamos, a priori, a un Xerez al que la categoría se le va a quedar muy grande y la competición muy larga.
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Lewis Rogers -