La LFP desconoce el horario canario
El CD Tenerife va a hacer su reentre casera en Primera frente al Osasuna en un horario que por estos lares prácticamente no se recuerda. Quizá, tal vez, en alguno de esos años perdidos en Segunda División o en Segunda B, los blanquiazules y la parroquia tuvieron que adelantar el almuerzo para poder estar presentes en el campo y en las gradas de Heliodoro Rodríguez López, respectivamente. Pero en la historia moderna de la entidad tinerfeñista no se recuerda un precedente de esta calado y, o mucho me equivoco o, salvo que de repente en esa jornada las condiciones meteorológicas se pongan de parte de los deportistas, ésta será la última ocasión en la que el conjunto chicharrero tenga que saltar a la cancha a las cuatro de la tarde. A pesar de que desde el Consejo de Administración ha hecho lo posible y lo imposible para convencer a la Liga de Fútbol Profesional de lo criminal de la hora, en Madrid, por presiones televisivas, no se ha hecho caso. En fin, ya veremos a ver si alguno no acaba con una lipotimia.
De acuerdo que el fútbol ha cambiado radicalmente en los últimos tiempos, que ahora no hay ningún partido que se quede fuera del arco de las retransmisiones en abierto o de pago (bueno, salvo cuando no hay acuerdo entre los operadores y los aficionados son los que pagan el pato, claro está) y que no es rentable para ninguna plataforma que un encuentro se enquiste en medio de otros. Es decir, aquí, mientras hemos estado en Segunda, los partidos en Primera, en los dos últimos años, han tenido una programación horaria que incluía los sábados a las 19 y a las 21 horas y los domingos a las 16, 18 y 20 horas. Nadie, absolutamente nadie podía saltarse ese acuerdo. Pero oigan que, sin tener que hacer excepciones a la norma, ¿qué impedimento había para que nuestro Tete jugase, bien el sábado a las 19 o el domingo a las 18? Creo que ninguno, pero obviamente allá la Liga y sus líos mediáticos.
Es evidente que el cambio de Segunda a Primera es sustancial, pero no sólo en el aspecto deportivo, sino también en el organizativo. Hasta ahora, por así decirlo, había cierta manga ancha para cambiar fecha y horario en la división de plata. Aquí, en cambio, por muchas instancias que se echen, posiblemente acabarán en el depósito de papeles a triturar. Estoy casi convencido de que en la LFP no son conscientes de la diferencia horaria, que mientras en la Península y Baleares son las cinco, aquí son las cuatro, que puede haber una temperatura infernal y que puede conllevar algún problema físico por el sobreesfuerzo. Por un lado, qué duda cabe, se merecerían los prebostes de la Liga que el mercurio sobrepasara los 32 grados, pero por el otro, pensando en la salud de los futbolistas y del propio público que asistirá al estadio, ojalá tengamos un tiempo agradable y, por supuesto, sumar los tres primeros puntos. Eso sí que sería un subidón de temperatura...emocional.
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Lewis Rogers -