El Real Madrid es un equipo por hacer
El nuevo Real Madrid de los grandes megacracks sufrió frente al Sevilla su primera derrota de la temporada y los que estaban con el cuchillo afilado ya han empezado a producir los primeros cortes en la sólida estructura merengue. Las primeras críticas a los planteamientos tácticos de Manuel Pellegrino han comenzado a arreciar y poco menos que empieza a cuestionarse su presencia en el banquillo del Santiago Bernabéu. Desde luego, uno que es de la otra acera (deportivamente, claro, porque soy del Atlético de Madrid) asiste con asombro a un aluvión de desaprobaciones por parte de las plataformas mediáticas que siguen al Real Madrid. Ahora, fíjense ustedes, resulta que el entrenador chileno es todo un aprendiz, alguien a quien le han dado una plantilla que le viene muy grande. O sea, que los años más gloriosos del Villarreal, por ejemplo, no fueron responsabilidad de Pellegrini, sino de uno que pasaba por ahí. Guste o no, el preparador que tiene el Madrid cuenta con una acreditada experiencia en nuestra Liga, con cinco temporadones en el conjunto amarillo y tiene todo a su favor para hacer de su nuevo club una máquina perfecta para ganar, pero antes habrá que engrasarla y probarla para que funcione adecuadamente.
Estamos de acuerdo en que los madridistas, después del triplete del Barcelona, aderezado en este arranque con la Supercopa de España y la de Europa, pretenden que el año 2010 sea la era de los merengues. Plantel tienen para ello, pero también hay que reconocer que son muchos nombres nuevos y aunque todos sepan desempeñar su papel, no es igual cuando llegan a una nueva entidad. Todos han de amoldarse a un sistema, a conocer al resto de compañeros y una vez se produzca el deseado acople, tengan por seguro que este equipo será prácticamente invencible. Lo de Sevilla, más que un accidente, fue una derrota que entraba en los pronósticos, máxime cuando el Real Madrid aún está por encontrar ese patrón ideal de juego, pero que acabará hallándolo, qué duda cabe.
Ahora, lo que ya me resulta un insulto a la inteligencia del resto de aficionados de los otros clubes es que los dos grandes diarios deportivos de la capital de España, AS y Marca, destacasen en sus portadas la ausencia de Cristiano Ronaldo como un argumento de peso para justificar el revés en el Ramón Sánchez Pizjuán. Nadie le va a restar los méritos que tiene el jugador luso y la contribución demostrada hasta la fecha con la elástica blanca, pero de ahí a creer que su ausencia fue uno de los motivos de la derrota, sinceramente, creo que va un trecho bastante largo. El Real Madrid ha confeccionado una escuadra para optar a todos los títulos y su banderín de enganche, por muy mediático que sea, no puede centrarse únicamente en Cristiano. Kaká, Alonso, Granero, Benzemá, Albiol, Arbeloa o Garay son también razones para decirle al Barcelona que este año los títulos tocará pelearlos a fondo.
Posiblemente, aunque suene a contradicción con el título del artículo, en el inconformismo de aficionados y medios de comunicación, radique la grandez del Real Madrid, que no puede tomarse ni un solo respiro. En cambio, desde la orilla del Manzanares nos conformamos con un cuarto puesto y llegar lo más lejos posible en Copa y Champions. Y a veces, la diosa fortuna nos regala algún título de Pascuas a Ramos y así todos tan contentos.
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Lewis Rogers -