Humildad española

Y es que ese es el miedo que me da a mí, el ir de sobrados tras pasar la fase de clasificación con un pleno de victorias y salir airosos de los amistosos disputados en los últimos meses ante selecciones de tronío. Acuérdense, por ejemplo, lo que aconteció hace meses en la Copa Confederaciones. Cuando todos pensábamos que el partido ante los Estados Unidos sería una cuestión de mero trámite, llegaron los yanquis y nos pusieron la cara colorada y, encima, estuvieron a pocos minutos de haber sorprendido a los mismísimos brasileños en la final. O, ¿se acuerdan de Francia y su aspecto de ancianidad cuando nos tocó medirnos en los octavos del Mundial de Alemania? Pues eso, habrá que ir paso a paso y para ello tenemos al mejor inquilino en el banquillo, un Del Bosque que no es amigo, precisamente, de lanzar las campanas al vuelo. Un técnico que, pese a atesorar dos Champions, dos Ligas, una Supercopa de Europa y una Intercontinental, entre otros títulos, nunca ha dado una voz más alta que la otra, demuestra claramente que al éxito se llega por el trabajo, pero sin estridencias.
Además, en el caso de que España pudiese llegar a esa final en Sudáfrica, su gesta tendrá mucho más mérito dado que en este Mundial no va a faltar ninguna de las selecciones punteras. Todas las que alguna vez han sido campeonas, Argentina, Brasil, Alemania, Italia, Inglaterra, Francia y Uruguay, acuden a Sudáfrica, así como otras favoritas como Holanda o Portugal. Está claro que quien quiera ganar la Copa tendrá que sudar tinta china, pero esperemos que todo transcurra por los límites de la legalidad deportiva y que no pase como lo presenciado en el encuentro entre los franceses y los irlandeses, donde una flagrante doble mano de Henry sirvió para que los galos se metieran en la cita africana de 2010. Todos coinciden en la injusticia de que la selección del gallo se clasificase, máxime por su pésimo juego, pero estos mismos (aunque sin Zidane) son los que nos dieron sopas con ondas en los octavos del torneo disputado en 2006 en Alemania. Así que nunca mejor dicho, humildad por arrobas para seguir con los pies en el suelo, aunque soñar, es evidente, no cuesta nada y es muy bonito.
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Lewis Rogers -