Opacidad Real
Su Majestad, el Rey Juan Carlos I, ha decidido realizar una serie de relevos en la Casa Real, entre ellos el del responsable del departamento de Relaciones con los medios de comunicación, porque, al parecer, en los últimos tiempos estaban saliendo demasiadas informaciones respecto a los tejemanejes económicos y a las amistades del monarca. De hecho, ha sido tal la laxitud de determinados hechos que tienen que ver con las arcas reales que determinados partidos de izquierda habían solicitado formalmente en el Congreso que se conociera fehacientemente cuáles eran los gastos detallados de la Familia Real. Esto último ha sido lo que ha molestado especialmente al entorno de Don Juan Carlos I y por eso ha querido poner un punto y ¿final? a las especulaciones sobre un aspecto que entiende y considera privadísimo, a pesar de que se nutre de los Presupuestos Generales del Estado. O, dicho en otras palabras, de dinero público, pagado religiosamente por todos los ciudadanos que viven en España.
Uno, que se considera de posturas conservadoras, mezcladas de liberalismo, sigue viendo con muy malos ojos los derroches que se han venido cometiendo el ámbito de la realeza. Lo de este verano, por ejemplo, ha rallado y traspasado el límite de la ridiculez, ya que nos han hecho que ver que se han hecho algunos recortes (lo de la comida a granel del perro es como para hacérselo mirar), pero en realidad han seguido teniendo vacaciones de reyes, nunca mejor dicho. Si en realidad desde Zarzuela se quiere transmitir un mensaje de austeridad, por ejemplo, lo que no es admisible que en un periódico del pasado domingo tuviéramos que leer que Su Alteza el Príncipe de Asturias lleva un reloj de 3.000 euros. Claro, así, ¿cómo va a haber contención en el gasto? No hay por donde cogerlos.
La verdad, ya que le ha dado al ‘listo’ de Zapatero por revolver las cosas de la Memoria Histórica, pues sería ahora el momento ideal para cuestionarse realmente la legalidad de la monarquía. ¿No dicen que Sus Majestades están impregnadas de un cierto halo franquista? Pues nada, manos a la obra y a empezar a tomar cartas en el asunto. No sé cuál es el miedo que tienen los partidos políticos que gobiernan, en este caso el PSOE, pero también ha pasado por la poltrona el PP, cuando toca reclamar cuentas a la Corona. Señores, lo digo y lo mantengo, si ese dinero procede de los Presupuestos Generales del Estado. Habrá que justificar hasta el último céntimo, digo yo. Por lo menos a mí, cuando el banco me presta un dinero, quiere saber para qué es el crédito y si la entidad considera que puedo poner en riesgo las perras concedidas y el interés a devolver pues, lógicamente, me denegará la operación. Pero aquí no. El Gobierno, en nombre de todos los españoles, le concede a la realeza no sé cuántos millones, pero no sabemos exactamente a qué los dedica. Así nos va y así les va a ellos, cada vez menos cercanos a un pueblo que ya se ha percatado de que la campechanía de Sus Majestades no es más que una pose que les ha servido para ocultar y disimular sus aviesas intenciones. Engordar su propio patrimonio.
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Miguel Torrentó -
Máximo Medina -