Despido de altos vuelos
¿Puede el presidente de los empresarios españoles, Gerardo Díaz Ferrán, seguir un día más al frente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales tras el desbarajuste con el tema de Air Comet y dejar a miles de usuarios al albur del desamparo en un país que no es el suyo y con muchas dificultades para que el Gobierno de España pudiera resolver su problema de encontrar vuelos alternativos, amén de a coste cero, para regresar a sus casas durante las Navidades? La respuesta resulta obvia. No. Y además, como se diría en estos casos, hace ya cinco minutos que debería haber tomado las de Villadiego. Pero no, aquí el dueño o propietario de Air Comet se niega a dejar el sillón presidencial y encima culpa a otros de sus penurias.
Es más, el propio Díaz Ferrán responsabiliza al Ejecutivo español de dejarle en la estacada, pero (y saben perfectamente que no tengo querencia por este gabinete gubernamental) en esta oportunidad hay que dejar en paz al Ministerio de Fomento o al presidente Zapatero. Aquí, el único carota que hay es el mandatario de los empresarios, que es incapaz de saber gestionar brillantemente una empresa. Se supone, creo yo, que cuando uno lidera una asociación es porque, en primer lugar, ciertos conocimientos se le suponen, pero es que ya no sólo es que el presidente de la CEOE tenga conocimientos, es que debería de presentar una gestión envidiable al frente de Air Comet. Sin embargo, los hechos han venido a constatar que su inoperancia es supina y que sería para echarse a temblar en el supuesto de creer que si el jefe actúa así, cómo serán los que estén por debajo de la pirámide.
Afortunadamente, hay que decir que conozco a muchos empresarios, actualmente uno pequeño-mediano, que saben hacer las cosas con cabeza, con rigor y que comprueban fehacientemente que el negocio que van a montar e incluso ampliar no supondrá una merma a corto o medio plazo en la calidad de vida de sus empleados. Es más, ahora mismo este empresario del que les hablo, Víctor Cabeza, cuenta con bastantes peticiones para adquirir sus productos (que son las clases que imparte su equipo y el mismo también) y su nombre, dentro del sector de la enseñanza profesional de oposiciones en Tenerife, es garantía de calidad y sin necesidad de alharacas. Simplemente, con el boca a boca ha conseguido más que la mejor publicidad en papel o audiovisual.
Pero vamos, sin desviarme del tema, espero que antes de que acabe el año sea el propio Gerardo Díaz Ferrán el que, por vergüenza torera, ponga el cargo a disposición de la propia junta directiva de la CEOE, que se convoquen elecciones y que legue al cargo alguien con experiencia y que sepa cuál es la realidad de nuestro mercado laboral. Bastante mal estamos con unos sindicatos inoperantes para que, encima, se aproveche de la coyuntura el inepto de turno. Por eso, si el aún máximo responsable del empresariado español es incapaz de poner orden en su finca privada, Air Comet, ¿qué podemos esperar a la hora de afrontar los problemas de todos los empresarios? Mejor ni pensarlo.
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Miguel Torrentó -
Máximo Medina -