Victimismo mediático
Los profetas de la catástrofe y las cofradías del pesimismo no han esperado ni medio segundo para salir a la calle y empezar con sus discursos plañideros y victimistas. El CD Tenerife, como saben todos ustedes perfectamente, ha caído por primera vez en puestos de descenso, pero ésta no es más que una situación lógica y normal en una Liga que, salvo el Barcelona y Real Madrid, que serán quienes se jueguen el título, y el Xerez, que parece cada día más abocado al descenso, ninguno de los otros diecisiete equipos sabe a ciencia cierta dónde acabará a mediados del mes de mayo. Y es que parece que algunos expertos deportivos, sobre todo esos a los que se les calienta la boca delante de un micrófono, amagan, pero no terminan de dar. Se apresuran a disparar contra todo lo que se mueve, el presidente, el secretario técnico, el entrenador o los jugadores, aunque en el momento de definir, de ponerle nombre o nombres a los responsables de esta situación, se echan hacia atrás. No obstante, como he podido comprobar en una emisora local, han conseguido que sean los aficionados los que les hagan a esos especialistas el caldo gordo. Es más, a pesar de que en una determinada tertulia se le reclamaba a los oyentes que fuesen moderados con el lenguaje, a una señora no se le cortó por la vía rápida y a oídos de todos acusó al presidente de la entidad, Miguel Concepción, de estar "mamándose las perras". Desde la primera vez que utilizó el verbo mamar en esa acepción de choricear, lo lógico es que el periodista hubiese cortado de raíz la llamada, pero claro, queda más bonito disculparse ante la audiencia y ante quienes pudieran estar escuchando la retransmisión en el Callejón del Combate, aunque en el fondo se pretendía poner de escudos a los seguidores para que dijeran lo que en los medios no se quiere expresar. Además, añado yo, porque tampoco hay motivos para ello. Lo cierto es que olvidamos con demasiada facilidad dónde estamos, que el equipo, señoras y señores, está jugando en Primera División, que aquí los presupuestos que se mueven son mareantes y que tenemos un CD Tenerife que hace algo más de tres años estuvo al borde de la quiebra más absoluta, que el señor Concepción y sus consejeros están haciendo un ímprobo esfuerzo por sanear la deuda y encima, con el denuedo de Santiago Llorente en la secretaría técnica, logrando fichajes o cesiones a coste reducidísimo, se logró el ascenso a la élite. Es normal, por tanto, que con un plantel similar al del año anterior el cuadro de José Luis Oltra transite por la zona baja, pero es que esto va a ser la tónica de toda la temporada. Insisto una vez más, posiblemente la solución más popular, pero también la más populista, fuese la de traer dos o tres refuerzos de campanillas, siempre acorde al presupuesto de la entidad blanquiazul, pero nadie nos asegura que con esas incorporaciones se obtenga la permanencia e igual, de cara al ejercicio que viene, siquiera se puede salir con una plantilla en condiciones en Segunda. Lo dicho, hay que mirar a la cantera, darle oportunidades a un chico como Airam y tener claro que los garbanzos nos los jugamos contra el Xerez, Zaragoza, Málaga, Almería, Osasuna o Valladolid. Pero, repito, la Liga es muy larga, queda un partido de la primera vuelta y 19 de la siguiente y todo está por decidir. Miren si no lo que le ha sucedido al Atlético de Madrid que, a pesar de no dar un salto cualitativo, pero si cuantitativo, ha pasado de estar a un punto del descenso a situarse en la llamada tierra de nadie, a la misma distancia del pozo que de competiciones europeas. Y algunos replicarán que ahora viene el Valencia, el tercero de la Liga, pero igualmente se le puede trabar el paraguas a los ché, máxime con un Tenerife que, a juicio de muchos, está jugando de maravilla. Sólo falta, eso sí, traducir esa excelencia en goles y puntos, pero hay que tener paciencia con los héroes que nos encumbraron a Primera y no ser tan desmemoriados a las primeras de cambio.
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Lewis Rogers -