Santa Cruz se descompone y sin noticias de la oposición
El Partido Popular en Santa Cruz de Tenerife no quiere ganar las elecciones municipales del año que viene. Después de la expulsión forzada y forzosa del equipo de Ángel Llanos del Gobierno copresidido por Miguel Zerolo, ahora llega la presidenta insular, Cristina Tavío, y plantea una especie de reedición del pacto con los nacionalistas para lo que queda de legislatura. Pero, vamos a ver, ¿alguien puede decirme que estratagema política es esa? De verdad, no sé quién asesorará a los popes populares en la capital, pero resulta evidente que parecen enemigos contratados verbigracia por el propio alcalde chicharrero para poder seguir perpetuándose en la poltrona. No he visto hasta la fecha un mayor desgaste de un grupo de Gobierno, en este caso el de Coalición Canaria, y que el resto de formaciones que pudieran hacerle un mínimo de sombra, populares y socialistas, se hayan trazado como objetivo la autodestrucción. De hecho, no me extraña que cita electoral tras cita electoral los ciudadanos capitalinos sientan un elevado hastío y pasen olímpicamente de ir a las urnas.
Independientemente de las filiaciones, flias y fobias políticas que uno pueda tener (al final cada persona tiene una serie de ideas y de principios y trata de buscar la opción que mejor las defienda), lo que es lamentable es que en Santa Cruz de Tenerife estemos con todo a medio hacer (y eso siendo generosos). Ya llevamos casi tres años de legislatura y hasta el momento sólo se ha percibido que los dos primeros años de mandato, la alianza CC-PP, sirvió para que el socio coalicionero se echara a dormir mientras el segundo, el consevador, se pusiera a trabajar a destajo, aunque también con una cuota de protagonismo progresivo y escalante que fue lo que le fulminó al frente de todas sus áreas junto con el resto de sus concejales. Todo lo bueno que se hizo durante esa etapa, especialmente en los Carnavales, ha sido convenientemente dinamitado por las huestes de CC y regresamos a unas carnestolendas sin ideas, con mucha improvisación, pero esperemos que no dejen un regusto amargo.
¿O qué me dicen de lo que ha pasado con el PGO o Las Teresitas o el Parque Marítimo? De verdad, igual uno ya se va haciendo excesivamente mayor y le fallan las neuronas, pero que es que no recuerdo nada importante, nada tangible a lo que los ciudadanos podamos agarrarnos como aspecto positivo en este período de mandato que ya va cumpliendo sus tres cuartas partes. Santa Cruz de Tenerife, nos guste o no, ha ido quedándose anquilosada en muchos aspectos y desde que sólo está Zerolo en el poder, en muchos aspectos, hemos regresado al auténtico pasado, algo que por otra parte tampoco es extraño cuando seguimos viendo al trío zapatista (el propio alcalde, Toni Bello y Manuel Parejo), acompañados por el sinpar concejal de los tonicazos (y no los de los Schweppes, precisamente). Y lo peor de todo es que viendo como se autodevora la oposición, tenemos mandato coalicionero por los siglos de los siglos y la ciudad, a diferencia de Las Palmas de Gran Canaria o La Laguna, prácticamente sin avanzar.
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Máximo Medina -