El Real Madrid tiene un problema con Ronaldo
El Real Madrid debería actuar con inmediatez en el caso de Cristiano Ronaldo. No es de recibo que el jugador mejor pagado del planeta pueda tener unas reacciones más propias de un futbolista de regional que de una megaestrella. La expulsión del pasado domingo frente al Málaga, tras el codazo que le propinó a un rival, dejó claro que los millones pagados por Florentino Pérez pueden ser una inversión a fondo perdido si esta situación se mantiene en el tiempo. En el plazo de un mes el delantero luso ya ha visto la tarjeta roja en dos ocasiones y por acciones de carácter similar. La primera, ante el Almería, por una fea entrada a un contrario y la de la última jornada liguera por un codazo a destiempo, por el único hecho de que al crack no le guste que le rocen lo más mínimo. El problema para Ronaldo es que los adversarios ya han caído en la cuenta de lo sencillo que es provocarle, que a poco que le digan una burrada o le den el más leve golpe éste va a saltar sin duda alguna y estoy casi convencido de que hay entrenadores que conociendo ese punto débil tienen como una de las misiones tratar de que el portugués vea la roja a la mayor velocidad posible.
De todas maneras, mientras en la casa merengue exista un personaje tan escasamente recomendable como Jorge Alberto Valdano, capaz de justificar lo injustificable, y considerar que es que a Ronaldo no se le defiende ni se le protege por parte de los colegiados, la rigurosidad a la hora de abordar que su jugador emblema se reinserte a la hora de tirar la pierna o la mano más de la cuenta se puede asemejar a ese borracho que para curarse de la adicción al vino se metía whisky en vena. Si nadie en el Real Madrid es capaz de poner freno a los arranques de furia de niño chico de la estrella lusa, me da la sensación de que en la Casa Blanca se ha tirado el dinero a la basura.
Y es que el problema, le guste o no al señor presidente madridista, estriba en que otros craks de nuestra Liga, como puede ser el caso de Leo Messi, aguantan y soportan las mismas o más tarascadas que Cristiano Ronaldo, pero con la diferencia de que el argentino aguanta estoicamente esas entradas porque, a fin de cuentas, estamos ante un deporte donde hay que parar a la estrella por lo civil o por lo criminal, frase muy acertada de Luis Aragonés. Jamás verán a Messi haciendo más aspavientos de los necesarios o poner gestos chulescos, que son los que realmente condenan al futbolista del Real Madrid. Sus poses a la hora de meter un gol, máxime en campo contrario, le han ido acarreando una fama muy poco recomendable y nada beneficiosa. Puede ser que para determinados encuentros esa actitud de arrogancia valga para ganar alguna batalla, pero la guerra, de 38 contiendas, es sumamente larga y los rivales, insisto en la idea, le han pillado el truco,el punto débil al crack portugués y me da que va a ser complejo encauzar esos arranques de ira, a no ser que al final se recurra a la receta tradicional, meterle mano al bolsillo. Ya se sabe que a los jugadores, donde realmente les duele, es en el apartado pecuniario.
1 comentario
Lewis Rogers -