El espíritu de la permanencia
El espíritu de la permanencia en Primera División lo marca el Xerez. Un equipo completamente desahuciado, con apenas 7 puntos cuando arribó al argentino Néstor Gorosito a hacerse cargo del plantel y, unos diez partidos después, el equipo sigue colista, pero con sensaciones muy diferentes a las de la mitad inicial del campeonato. Lo tiene complicado, es verdad, pero la imagen que está ofreciendo el cuadro jerezano resulta digna de encomio y, cuando menos, merece el aplauso de la afición y del resto de la Liga por no rendirse ante la adversidad. Lo más seguro es que baje a Segunda, pero de hacerlo será vendiendo caro cada uno de los puntos que pierda.
Por eso, observando el juego de los andaluces, los otros clubes que están implicados en la danza de los puestos delicados, Tenerife, Valladolid, Zaragoza o Racing, deberían tomar apuntes de la reacción azulina y tentarse las ropas. Muchos consideran que es excesiva la desventaja que lleva la entidad de Chapín, pero, salvo accidentes como el 3-0 de los maños al Valencia, el resto va de punto en punto o perdiendo irremisiblemente. Lo mejor que tienen los jerezanos ahora mismo es su elevada y ambiciosa fe en sí mismos, se creen capaces de remontar esta situación y ya se atreven no sólo a salir por el empate, sino a golear a quien se ponga por delante.
Pero además, el Xerez cuenta con otro factor irrefutable, el de una afición que se ha subido al carro de la ilusión y ha hecho piña con el equipo para intentar obrar el milagro, un imposible que cada vez está más cerca de hacerse realidad. En una estadística parcial de lo que sería la segunda vuelta, el once de Gorosito estaría cómodamente situado, sin demasiados agobios e incluso, por qué no, tocando con los nudillos en las puertas europeas. Sin embargo, la inexperiencia en esta categoría y lo mal que se planificaron las cosas de inicio, de hecho Cuco Ciganda, su primer entrenador, fue contratado casi in extremis.
Hoy por hoy, si me tuviera que jugar algunos euros, no pondría tan claro que el Zaragoza lo tiene casi hecho, pero no porque Tenerife o Valladolid puedan superar a los aragoneses en la clasificación, sino porque los de Chapín vienen como una bala desde la zona de atrás y el impulso que llevan es muy superior al baile irregular de los de Oltra, que han perdido una semana de nueve puntos clarísima, y los de Onésimo que, su machada en Riazor, sólo sirvió para constatar que en realidad el Deportivo está de capa caída. Insisto, ojo con este Xerez que, a fecha de hoy, tiene más hechuras para salvarse que quienes le preceden en la tabla. Al tiempo.
1 comentario
Lewis Rogers -