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Desde mi escaño

Aborto para confundir

Aborto para confundir

¿Para qué ampliar la barra libre del aborto en España, si en realidad ya estaban contemplados y asumidos los supuestos en la ley anterior? Para enredar, para no tener que dar explicaciones sobre lo mal que está España, para no hablar sobre los trampeos contables del INEM que contrata temporales para aligerar las estadísticas, pero que en realidad los intereses se cobrarán a final de año o a principio del siguiente. Lo del aborto es como la tabla de salvación de un Ejecutivo que se muestra incapaz de tomar un rumbo fijo, pero que necesita como el comer fuegos de artificio sobre los que sustentar su paupérrima existencia.

Recuerdo que hace poco alguien me cuestionaba por qué el social y socialista Zapatero había decidido cargarse el cheque bebé. La razón que le argumenté a mi amigo era tan sencilla como irónica. ¡Cómo va a seguir dando 2.500 euracos por nacimiento si ahora es más económico abortar! Las parejas que deciden concebir una nueva vida saben que tienen que enfrentarse a una serie de gastos importantes y esos pocos miles de euros les solventaba una parte ínfima del sufrimiento económico, pero al menos era un alivio para los bolsillos más maltrechos. Sin embargo, el Gobierno del doctor muerte optó por permutar los términos y dar gratis la posibilidad de cercenar la vida del pequeño. Ahora, mientras sigan estos elementos en el poder, tener un niño se penalizará y, en cambio, casi te regalarán una comida en Los Limoneros si decides abortar.

Y no voy a volver con la manida frase de que ojalá las madres de tales y cuales presidente y ministras hubiesen optado por la misma opción que él y ellas aprueban tan alegremente. Además, con gran cinismo por parte de la ViceVogue, se advierte de que no se permitirá a las menores de 16 años abortar libremente…a no ser que existan conflictos generacionales y entonces, cómo no, se haría la vista gorda y se le practicaría el aborto a la niña.

Eso sí, lo paradigmático del caso es que en España, hoy en día, si tienes un cáncer, da gracias a Dios si te atienden en menos de medio año y que antes no te hayas ido al otro barrio. ¿Pero el Gobierno le costeará, en todo caso, los gastos de la sanidad privada?, preguntaría usted. ¿Costear? Nada de nada. Aquí, con la égida socialista, sólo se pagan las operaciones de cambio de sexo y los abortos. El resto, a esperar la lista de espera, a pagárselo cada quien de su bolsillo o, lamentablemente, a poner una esquela en el periódico. Con esa ideas, normal que a ZP y Aído sean tan proclives al aborto.

2 comentarios

Miguel -

Qué tremenda burrada de legislación se acaban de sacar de la manga estos impresentables. O sea, que si la niña alega que no se lleva bien con los padres... hala! a abortar a sus espaldas, sin consejo alguno de ellos, que en su generalidad, por amor a su hija y experiencia en la vida le pueden dar una opinión que proteja su salud física y mental además de sus intereses. Señores, esto es una auténtica aberración, y habrá que luchar desde todos los frentes para evitarlo.

Máximo Medina -

Da la impresión, por lo menos a mí me lo parece, que en España, tras la aprobación de la enésima reforma de la ley de interrupción del embarazo, es poco menos que obligado abortar. Nada más lejos de la realidad, porque la mujer que quiera hacerlo lo llevará a cabo y la que no, como es obvio tendrá su hijo. Allá cada cual con su conciencia, pro no parece de recibo que el Gobierno trate por todos los medios de favorecer las prácticas abortivas (con mejor legislación para los que se dedican a estas operaciones) poco menos que si se tratara de un método anticonceptivo más. Se ha levantado una gran polémica con todo este asunto, pero lo cierto (las eatadísticas lo registran) es que cada vez hay menos embarazos en España. Y hasta cierto punto es lógico porque si padre y madre trabajan casi no tienen tiempo para crear una familia con lo competitivo que se ha puesto hoy en día el mercado laboral. Desde hace tiempo me ha parecido más una controversia mediática que del propio el pueblo en sí, porque nunca he oído a nadie (ya sea en el bar, en la cola de la caja del supermercado y en la entrada del cine) comentar nada acerca de la ley del aborto. Tampoco entenderé nunca que nadie se pueda felicitar por 'parir' una ley del aborto y mucho más si es una mujer. Quizás las ideologías van por delante de la realidad. Hasta que un día se encuentren.