Morbo indecente
Telecinco está decidida a emitir el viernes 20 de agosto (o alrededores) una miniserie sobre el trágico accidente del vuelo JK 5022 de Spanair y que se saldó con 154 fallecidos. La dignidad, la ética y la deontología de una cadena que tiene por bandera a Belén Esteban queda mucho más que entredicho. Pero allá el canal de Fuencarral con lo que hace o deja de hacer. Se juega sus perras, su prestigio y su credibilidad.
Lo que ya me resulta más indignante es que el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, el socialista Jerónimo Saavedra, se conforme con "darle un toque" a Telecinco. Dice que le va a remitir una carta en la que implorará que no emitan la serie o que, al menos, no lo haga coincidiendo con el segundo aniversario del siniestro. Eso se llama contundencia invertida, señor regidor, pero mucho me temo que la misiva se la pasarán por el forro...de la Esteban.
A fecha de hoy estoy plenamente convencido de que la presión de los familiares y amigos de las víctimas será más efectiva que las gestiones que se harán desde el Consistorio grancanario. Saavedra y su equipo van con un retardo sensacional y cuando se quieren enterar de qué va la película (en este caso la serie) ya no cogen ni media. La cadena privada no sólo hará caso omiso a la misiva que le manden desde la isla, sino que además puede ser que la utilice en beneficio propio para hacer más publicidad.
Y bueno, esto con respecto al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. ¿Dónde anda metido el Cabildo? José Miguel Pérez (PSOE) debe andar enredado en los asuntos de candidaturas presidencialistas autonómicas porque es que ni está ni se le espera. Lo de la corporación insular, de todas maneras, es que es de risa. Hace un año le metió un gol por la escuadra Antena 3 con un programa sobre las playas a nivel nacional. La idea que quedó entre los espectadores de toda España es que determinados recintos de baño de Gran Canaria eran puntos ideales para el puterío y el mariconeo (con perdón).
De todas maneras, es triste que en este país la Justicia actúe con mayor celeridad para evitar que el presunto amante del novio de la Duquesa de Alba salga en la televisión a contar que si éste perdía aceite (no sabemos si de oliva o de girasol) y, en cambio, se pueda hacer carnicería, morbo en picadillo, con un suceso que sesgó en cuestión de segundos la vida de 154 personas. Sencillamente, lamentable.
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Máximo Medina -