Independentismo de asadero
Paulino Rivero cree que las declaraciones que hace aquí no tienen trascendencia más allá de los límites geográficos canarios. Su tibieza ante los acontecimientos acaecidos en la frontera española de Melilla con los activistas marroquíes y las insinuaciones sobre que no debía haberse provocado a Mohamed VI con la visita de Aznar a territorio español no han sentado nada bien en las ciudades autónomas. Pero la partida no ha hecho más que empezar.
La próxima visita del presidente canario a los fastos del Día de Ceuta puede ser aprovechada para darle un buen tirón de orejas a un mandatario que se ha extralimitado en sus afirmaciones. Ya son varios los medios de comunicación que se han hecho eco de las palabras de Rivero y, de paso, le han afeado el hecho de no haber condenado los editoriales independentistas de El Día.
Pero, claro está, ¿qué puede hacer Rivero sino posicionarse a favor de los socialistas ahora que se está cocinando el reparto de las perritas para los presupuestos de 2011? El dirigente nacionalista siempre ha jugado a la estrategia de unirse a quien más le pueda dar. En las Islas está al cobijo del PP, que es quien le sostiene en el poder. En Madrid, ordena a Oramas y a Perestelo que voten con el PSOE o, en el mejor de los casos, que se abstengan.
El jefe del Ejecutivo insular también ha coqueteado con el independentismo más tabernario y cutre que se pueda encontrar. Es una especie de secesionismo de asadero (en Gran Canaria) y chuletada (en Tenerife). Un folclore que no pasa más allá de ondear la enseña estelada y de cantar a voz en grito la famosa "ayy, mamá, bandera tricolor, con siete estrellas verdes...". Por eso, esas derivas pseudoantiespañolistas le llevaron la pasada semana a posicionarse en contra del ex presidente Aznar.
Menos mal, todo hay que decirlo, que a Rivero no le pasó como al compañero de pupitre de ZParo, el insigne José Antonio Alonso. El sosainas socialista del Congreso cayó en el mismo error (o no) de Moratinos y aseguró que el ex mandatario español había ido a provocar a Marruecos. Doble falsedad. Ni fue a provocar ni fue a Marruecos, sino a Melilla. Pero vamos, cualquier día de estos nos enteramos de que el Gobierno de lo que queda de España embala en una caja las ciudades autónomas, el Archipiélago canario y da en concesión por 800 años Andalucía. Todo es posible. Y Rivero aplaudiendo con las orejas...mientras el PSOE le unte de falsas promesas millonarias.
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Máximo Medina -