Nerviosismo coalicionero
El nacionalismo canario está nervioso, al menos el de Coalición Canaria. La formación presidida por Claudina 'Pocoyó' Morales ha tenido a bien tirar de las orejas a un grupo de entusiastas que pretendían escindirse de CC. Es más, este partido, Renovación Nacionalista Canaria, le da un soberano palo a los coalicioneros y estos, raudos y veloces, ya han saltado para recordar la cercanía de las elecciones y de que cualquier intentona por montar el pollo le puede costar la pérdida de varios escaños.
Desconozco cuáles han podido ser las presiones (y las llamo así porque no se podría entender de otra manera la llamada de Sebastián Díaz Herrera a Periodista Digital para desmentir una información y pedir su derecho a réplica, que por supuesto le será concedido, como no podía ser de otra manera) desde la calle Galcerán, pero han tenido que ser muy duras para intentar tachar al medio de mentiroso y de inventarse las informaciones.
Pues no. Uno no juega a eso, a inventarse lo que no existe. Cierto es que los datos obtenidos para confeccionar una información sobre Renovación Nacionalista Canaria se apoyaron en unas reflexiones de Cristóbal Hormiga, secretario de organización, colgadas en la propia web del partido: http://www.rncnacionalistascanarios.com/rncarticuloconquiengobernar.html bajo el título ¿Con quién gobernar?
Hormiga, en uno de los párrafos, afirma que "a nuestros nacionalistas, les hace falta estar un tiempito en la oposición, para que entiendan cuales son los verdaderos objetivos de los canarios, y recuperar una credibilidad que perdieron hace algún tiempo. Aunque sospecho que CC en la oposición, no duraría ni un minuto, a ello ninguno de sus actuales mandatarios están acostumbrados, y sería muy difícil el recorrido espinoso que tendrían que recorrer".
Esto es lo que posiblemente haya molestado en el entorno de CC y que haya propiciado las llamadas a la redacción en Madrid y luego a Canarias por parte de Sebastián Díaz Herrera. Y miren, lo entiendo. Comprendo, aunque no he estado en la trinchera política, los nervios que deben pasarse a pocos meses de las elecciones y cuando te estás jugando la Presidencia de Canarias.
No debe ser un plato de buen gusto encontrarse cada poco tiempo con 100, 200 ó 500 militantes que optan por coger la puerta para marcharse de un nacionalismo cada vez más embrutecido y rodeado de un perfume independentista y secesionista que tira para atrás.
Los coalicioneros no están para muchas bromas. Tienen varios desagües por donde se les van a manos llenas los votos. Entre Nueva Canarias, a nivel regional, el CCN o los Dimas Martín and company, a CC le están saliendo muy caros los divorcios y ya en 2007 se llevó un susto morrocotudo, salvado en última instancia por los apoyos del PP a la persona de Paulino Rivero.
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Máximo Medina -