CC criminaliza a Gorrín
Coalición Canaria prioriza los cálculos electorales sobre las personas. Sólo de esta manera se puede entender la patada en salva sea la parte que se le ha propinado a Juan Gorrín, aún alcalde de Santiago del Teide y ya ex miembro de los nacionalistas. El partido no le retira su confianza porque sí, sino porque teme que las elecciones de 2011 se le pueda recordar que Gorrín era el regidor de la localidad tinerfeña cuando aconteció el suceso de la playa de Los Guíos que se llevó por delante la vida de dos mujeres.
Para los desmemoriados, que en la sede de Galcerán deben ser unos cuantos, hay que recordar que Gorrín aceptó en su momento un reto durísimo, tomar el relevo del malogrado Pancracio Socas, quien falleció repentinamente a puertas de la cita con las urnas en el año 2003. Fue un palo durísimo para Coalición y para todo el municipio sureño. Aun así, el nuevo candidato aceptó el reto y ganó las dos elecciones a las que se presentó. Sin embargo, hay alguien interesado en el seno de CC de hacerle responsable de las muertes de esas dos personas en una playa que, dicho sea de paso, estaba cerrada a los bañistas. Pero ya sabemos que el ser humano es así de complicado y de transgresor de las normas.
No soy habitante de este pintoresco rincón de Tenerife, donde se disfruta visualmente del impresionante acantilado de Los Gigantes, barrera natural con el norte de la isla, pero tengo que decir con meridiana claridad que jamás se le puede imputar a Gorrín un ápice de responsabilidad en este funesto asunto. El Ayuntamiento adoptó todas las medidas que en buena lid se pueden aplicar. Se situaron agentes locales en los primeros días del cierre, había un socorrista que tuvo que advertir a varios bañistas, incluso se habilitaron balizas y otras barreras con los carteles indicativos que desaconsejaban o, directamente, prohibían el baño en la zona. Pues como si nada, queridos amigos.
Pero nada, Coalición da por amortizado a su alcalde, lo echa como agua sucia del partido (ahora dirán que él se marchó por su propia voluntad) y sólo le falta tildarlo de criminal, una práctica muy habitual en nuestra política nacional, sobre todo cuando la progresía achaca a José María Aznar que es el autor intelectual del 11-M, de los muertos del Yak-42 y hasta de la Guerra Civil si me apuran.
Desde estas líneas le deseo toda clase de parabienes al señor Gorrín, al que la Justicia demostrará que nada tuvo que ver en la muerte de esas dos mujeres. Claro que todos sentimos ese desgraciado suceso, sin embargo no podemos echar en el saco del olvido de que su fallecimiento se produjo fruto de su propia imprudencia. Pero en España hemos llegado a unas cotas de paranoia al creernos siempre con derecho a indemnizaciones porque sí, por nuestra pretty face (cara bonita).
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Máximo Medina -