Silencios con Bertrán
Marc Bertrán, valeroso jugador del CD Tenerife, debe estar que echa las muelas del cabreo interno tan grande que debe tener. Hoy nos hemos desayunado con las cuatro portadas de los periódicos deportivos donde se llevan las manos a la cabeza por el entradón a Messi que, a fin de cuentas, sólo le tendrá dos semanas en el dique seco. Al lateral blanquiazul, la espantosa entrada de Drenthe le valió cuatro meses sin jugar y encima el holandés de fue de rositas. ¿Qué dijeron entonces los cuatro grandes rotativos en sus portadas? Nada, pequeñas acotaciones, pero alejadas de grandes dispendios tipográficos, faltaría plus.
Y miren, no digo que la entrada de Ujfalusi sobre Messi sea de juzgado de guardia, pero volvemos al tramposo debate sobre la protección a unos jugadores y la falta de seguridad del 90%. Las estrellas de cualquier Liga lo son en función de su juego, de sus habilidades, pero eso no es puede dar bula papal para que cada entrada que se les realice lleve aparejada una sanción desmedida y, en cambio, si te llamas Marc Bertrán, entonces te fastidias y si te quedas cuatro meses sin jugar, no pasa nada.
Por eso, me parece tramposo e interesado el debate que vuelve a reabrir la prensa deportiva y los dos grandes clubes, Real Madrid y Barcelona. La protección arbitral debe ser para todos los jugadores y las consecuencias que deba apoquinar el que va a buscar el perjuicio del rival también deben aplicarse uniformemente, sin mirar DNI o equipo de procedencia. Hoy todos se llevan las manos a la cabeza por la última entrada, más propia de un criminal de presidio. Pero miren, señores de Marca, AS, Mundo Deportivo y Sport. Esto es el pan nuestro de cada día, no sólo cuando le toca al Cristiano Ronaldo o al Messi de turno.
El checo del Atlético de Madrid tendrá, como mínimo, un partido de sanción por dejar 15 días sin jugar a la estrella argentina del Barcelona (aunque merced al ruido mediático que están montando desde tierras catalanas, con la connivencia de la canallesca madrileña podemos intuir que le puede caer alguno más de propina). En cambio, Drenthe sólo tuvo una amarilla por los cuatro meses que se quedó sin poder saltar a los terrenos de juego Bertrán. Ambos casos son censurables, pero eso de la igualdad entre personas, en el ámbito de nuestro fútbol, queda relegado a la parte final del intestino.
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Lewis Rogers -