'Estábanos aquí'
El presidente del Club Deportivo Tenerife, Miguel Concepción, ha perdido definitivamente el oremus. Hace tiempo que la situación no la controla y sólo ‘gobierna’ a golpe de improvisaciones. Hoy se levanta y piensa que tiene que echar al director deportivo y lo hace. Lo malo es que mañana es capaz de decir en rueda de prensa que tampoco era culpa de Santiago Llorente, que el cambio de responsable de la parcela deportiva tampoco va a cambiar para nada la situación. Esperemos, por el bien de sus trabajadores y de los pasajeros, que Islas Airways no la lleve por los mismos derroteros porque sino puede ser un disparate de agárrate y no veas.
Lo peor del caso es que el actual mandatario blanquiazul ha cogido la mala costumbre de creerse inmune a todo. Se siente como abducido por el poder que otorga la poltrona, el ser el rey mago (en todas sus acepciones) del palco. No se asesora, pero tampoco se deja aconsejar. Desde que el equipo subió a Primera, este personaje ha ido recubriendo su cuerpo de conchas y aguanta cualquier ataque mediático, por muy duro que sea. Además, para esas lides con los medios informativos, ya tiene al esbirro de oro, al señor Armas, que se cree el jefe de prensa del Real Madrid o de Los Ángeles Lakers a la hora de dictaminar quién tiene pase y quién no lo tiene.
Concepción, el mandatario del ‘estábanos aquí’, para colmo de males, ya acude a las ruedas de prensa sin previamente conocer la identidad de la persona que se sienta a su vera. Lo del pasado lunes fue, sencillamente, surrealista y grotesco. Confundió al nuevo director deportivo, Juanjo Lorenzo, con el redactor de deportes de Canarias Radio La Autonómica, Juanjo Toledo. Le tuvieron que chivar al oído el nombre del responsable blanquiazul porque había riesgo enorme de que hubiese persistido en el error durante toda la conferencia de prensa.
Veremos a ver qué sucede este domingo (siempre y cuando se juegue la jornada de Liga), pero me da la sensación de que a Mandía le quedan menos telediarios que a Iñaki Gabilondo en CNN +. Y no es que sea responsabilidad del míster gallego, sino de que la inutilidad del dirigente blanquiazul ha provocado que se haya perdido más de una semana en la búsqueda de refuerzos (e incluso el club es capaz de no fichar a nadie), mientras otros equipos siguen incrementando su nómina de efectivos de cara a conseguir sus objetivos.
Lo peor de todo es que algunos siguen con la musiquilla dulzona y amnésica de que no podemos bajar a Segunda B, que ese escenario no entra en las previsiones. Pues nada, sigan ustedes así, riéndole las gracietas a Concepción que igual en tres meses estamos más perdidos que el barco de arroz o con menos puntos que el IBEX-35.
2 comentarios
Jorge Ruiz -
Para escribir se deberían dejar de lado las rencillas personales, porque esto parece ya el Sálvame (y no el Deluxe precisamente...).
Lewis Rogers -