Latrocinio oficializado
¿Está usted dispuesto a que le esquilmen de su bolsillo la parte alícuota de 20 millones de euros para que la Tv Canaria ofrezca hoy el derbi entre el CD Tenerife y la UD Las Palmas? En estos primeros minutos del domingo aún no se sabe si los ciudadanos de estas Islas verán casi obligatoriamente, por los reales decretos riverianos, el partido en abierto, pero si al final se confirma el saqueo a Canal Plus, el tenedor de los derechos del choque, cada habitante tendrá que pagar 10 euros para hacer frente a la indemnización que le reclamarán al Ejecutivo por saltarse la ley a la torera.
Canarias entera debe saber que la felicidad que tanto promulga el corredor Rivero (que encima no verá el derbi porque está confirmada su participación en la media maratón de Las Palmas de Gran Canaria) se limita a 90 minutos y a 22 caballeros corriendo como posesos detrás de una pelotita para colarla en la meta rival. Eso sí, la factura es bien suculenta, concretamente, y como mínimo, la quinta parte de lo que dijo que la Comunidad Autónoma se había ahorrado con el caso de la montaña de Tebeto, los 100 millones que reclamaba el empresario Rafael Bittini.
Si uno lo piensa fríamente, ¿a qué viene el meternos la mano en el bolsillo y sacarnos esos diez euros por persona? Si es que haciendo tres consumiciones en el bar de turno, un café, una cerveza y un bocadillo, por ejemplo, no se paga a veces ni 5 euros (salvo que alguien sea demasiado fino y pretenda meterse en uno de sus templos de la comida deconstruida y la broma salga por un pico, pero no creo que sea el caso.
Lo cierto, fuera de bromas y frivolidades, es que el Archipiélago tiene otros intereses generales que no son, precisamente, el que se dé o no en abierto el clásico del balompié canario. Insisto, los datos están ahí. Tenemos alrededor de 260.000 desempleados, una educación penosa, estando a la cola de la cola de Europa, la sanidad con unas listas de espera que alucinas y encima con determinados servicios en los hospitales de referencia que, o bien funcionan a medio gas o bien, directamente, no están operativos, como una UVI para mujeres a las que el parto se les ha adelantado mucho más de lo previsto (esto último no es broma, ha pasado recientemente en Tenerife y estuvieron a un tris de perecer la madre y el bebé que llevaba en sus entrañas).
Por eso, qué quieren que les diga, me suena a tomadura de pelo que alguien pueda colgarse una medalla por birlar lo que en derecho le corresponde a quien ha luchado por sus derechos. Paulino Rivero ha entrado como un ladrón (porque ese es el calificativo que recibe el que se lleva lo que no es suyo) en casa ajena y encima pretenderá que se le haga la ola.
Estoy convencido de que serán los suyos los únicos que le rían la gracieta, los ademanes chulescos de expropiar lo que no era suyo bajo ningún concepto y espero que al autor y a los palmeros de cámara les caiga encima el peso de la ley y sean ellos, y nada más que ellos, los que paguen hasta el último céntimo de esa posible indemnización. Aunque nada más me gustaría que imperase el sentido común y al final la Tv Canaria se conforme con dar un amplio resumen postpartido. Ojalá e imperase la cordura, pero soy poco optimista, la verdad.
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Lewis Rogers -