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Desde mi escaño

Guerra Civil latente por culpa de ZP

Guerra Civil latente por culpa de ZP

Mañana, 18 de julio, se cumple el 75 aniversario del comienzo de la Guerra Civil española, el capítulo más negro de nuestra historia donde padres lucharon contra hijos, primos contra tíos, hermanos contra hermanos, en fin, un conflicto que duró tres años y donde nos dedicamos a despedazarnos por el simple hecho de tener una visión ideológica distinta. Aquí se le daba el ‘paseo’ al quien fuese afín a las ideas marxistas y comunistas como al que pensara en una línea conservadora y presumiese de ser católico. Fueron unos años cruentos que acabaron con una España destrozada, partida en millones de pedazos y que tardó mucho tiempo en recuperarse. En definitiva, fuimos una nación aislada, a la que encima le cogió de por medio la II Guerra Mundial y salvo cierto soldados o voluntarios valerosos, oficialmente nuestro país no tomó como tal parte en esa lucha.

Sin embargo, después de tantas décadas en las que nuestra Guerra Civil se quedó atrás, llegó al poder un político mediocre, nefasto, con menos luces que las bombillas que ‘regalaba’ su ministro Sebastián, y que no tuvo mejor ocurrencia que recuperar del olvido el conflicto armado.  Obviamente, quien no tiene un proyecto de Gobierno, tiene que entretenerse con naderías, incluso permitiendo la patochada del juez Garzón reclamando el certificado de defunción del Generalísimo. Vamos, es como para miccionar y no echar gota.

Al albur de una falsa y falsaria Ley de la Memoria Histórica, Zapatero se ha dedicado al innoble arte de volver a dividir a los españoles, se han retirado estatuas ecuestres del Caudillo, se han cercenado los últimos nombres que quedaban en las ciudades que pudiesen recordar a cualquier atisbo de la Guerra Civil que no tuviese que ver con el bando rojo, se han despilfarrado millones de euros en jeringar tumbas en busca de los restos de Lorca cuando la propia familia ha pedido que le dejen descansar en paz y, sobre todo, que no molesten al resto de fallecidos que reposan bajo tierra.

En definitiva, un capítulo que parecía felizmente superado, no era algo que nos inquietase a los ciudadanos de este santo país, pero este inmoral presidente del Gobierno se ha cargado el espíritu de 1978, esa Constitución que nos dimos todos los españoles, ese borrón y cuenta nueva para evitar que pudiera darse otro episodio fraticida. Lo que está claro es que a este elemento le hubiese gustado reescribir la historia de la Guerra Civil y que, como colofón final, hubiese sido su abuelo el que dirigiese los destinos de España durante 40 años y que luego el propio Zapatero nieto hubiese sido el que heredase el poder. Vamos, si a éste le dejan, restituye el Tribunal de la Inquisición y quema de todas las bibliotecas y hemerotecas todo aquello que no vaya en su línea y con Garzón haciendo de Torquemada.

1 comentario

Máximo Medina -

La guerra civil de 1936 fue algo tan espantoso, horrendo e irracional que muchos no se la sacan de su memoria. Antes de ZP hubo varios gobiernos democráticos en España y ninguno quiso tocar ese tabú que fue el enfretamiento fratricida. Sin embargo, en el partido que representa había tanta gente que recordaba aquel episodio que prácticamente le obligó a 'revisar' la Historia, sin caer en la cuenta de que a la mayoría de los españoles, menores de 50 años, no les importa mucho el asunto. Los comunistas, socialistas y falangistas de aquella época han pasado a mejor vida, ¿no sería mejor dejar esos atroces actos atrás? No olvidarlos, ni mucho menos, porque quien olvida su vivencia, puede volver a repetirla. De la Historia hay que aprender a no caer de nuevo en error. El odio y la revancha, en mi modesta opinión, están ya de más.