¡Quiero ser como Bildu!
¡Quiero ser como Bildu! Este es el lema que cerca de 47 millones de españoles querrán aplicarse cuando el año que viene tengan que retratarse ante la Hacienda pública. Resulta curioso que el alcalde de Ondárroa, un tal Unai Urruzuno, del partido de la marca blanca de ETA, se descuelga con unas declaraciones en las que afirma que la deuda fiscal que el Consistorio debe al Estado español no será pagada porque, lisa y llanamente, no les sale de los Kinder sorpresa. Como dice Pedro Fernández Barbadillo en su blog, Bokabulario, de lectura recomendada, si eso lo hacemos cualquiera de los ciudadanos corrientes y molientes nos pueden meter incluso en la trena. A estos pájaros, en cambio, nada de nada.
Y es que, lamentablemente, la hoja de ruta de Bildu se está cumpliendo puntualmente en todos sus puntos. Las provocaciones al Gobierno de la nación son constantes y además reiteradas. Ayer quitamos la bandera de España, hoy el retrato del Rey, mañana nos negamos a saldar las deudas económicas y pasado, no lo duden, comenzarán a pasar la gorrilla y a cobrar el impuesto revolucionario. Estos tipos no cambian, pero encima ahora están más envalentonados porque el Tribunal Constitucional les ha dado carta de naturaleza legal.
Sinceramente, por mucho que alguna persona que sé que lee habitualmente mis artículos, aunque discrepa el 99% de las veces con mis escritos y con mi bilis prosística y prosaica, seguiré insistiendo en el hecho de que Guipúzcoa se mantiene como ese santuario de víboras infectas de ETA. No solo tenemos a ex presos que hoy campan a sus anchas por La Concha, sino a toda una jauría de simpatizantes, entre ellos varios jugadores de la Real Sociedad, que han visto como hacer proselitismo y propaganda en favor del terrorismo no tiene una persecución penal, todo lo contrario.
Aquí se han permitido chivatazos, se han ocultado hasta extremos pornográficos las peticiones del impuesto revolucionario, se han extorsionado moralmente a las víctimas del terrorismo, el PSOE, con un abyecto político como Jesús Eguiguren, ha hecho suya la repugnante doctrina de Javer Arzalluz, es decir la de poner una vela a Dios y otra al diablo, pero priorizando la de este último y ahora, ya en el colmo del disparate valleinclanesco, el Ejecutivo de ZP se hará el longuis y permitirá que Ondárroa y quienes así quieran secundarle (que serán varios) no pague sus deudas. No es por dar ideas, pero a lo mejor Belén Esteban y María José Campanario deberían replantearse el afiliarse a Bildu. Tal y como pintan las cosas, igual no sólo les permitirían esos fraudes a la Seguridad Social o Hacienda, sino que encima las premiarían con un viaje al Caribe. Ya puestos...
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Máximo Medina -