De corbata

España en crisis, más de cuatro millones de desempleados, según las cifras oficiales; la prima de riesgo sobrepasando de largo los 300 puntos básicos y casi frisando los 400, familias a las que les cuesta llegar a final de mes, pero en el Congreso de los Diputados el debate que polariza la atención este 20 de julio de 2011 es si es decoroso o indecoroso que un ministro prescinda de la corbata por cuestiones de la rigurosa canícula.

Lo cierto es que en el último pleno previo a las vacaciones del verano, el presidente del Congreso, el locuaz José Bono y el ministro de las bombillas, Miguel Sebastián, se enzarzaron en un rife-rafe dialéctico a cuenta de tan masculino complemento y la temperatura en el hemiciclo. Ya sabemos que el titular de Industria es como es, bastante peculiar, borde como él solo sabe ponerse y, desde luego, se la trae al pairo que la tercera autoridad del Estado le intente enmendar la plana.

Eso sí, por una vez, y sin que sirva de precedente, tengo que darle la razón al señor Bono. aunque sea defender lo que muchas personas denostan como un gesto arcaico y que da la sensación de que aún estemos en pleno siglo XIX, el hecho de que un parlamentario vaya pertrechado con su corbata y su traje da la sensación de que, al menos de cara a la galería o al escaparate, la política es algo serio y riguroso. Es verdad que el hábito no hace al monje, pero si los trabajadores del Congreso van con su uniforme en pleno verano, tampoco creo que sea una carga para ciertos políticos el ir con la indumentaria que está tasada en el reglamento.

De todas maneras, insisto en la idea principal, cuando España tiene muchos problemas importantes encima de la mesa, con una economía arruinada, con un paro bestial, con los bilduetarras volviendo hacer la vida imposible, no es de recibo que dos señores hechos y derechos estén con discursitos y mensajitos de móviles sobre el complemento en cuestión. En definitiva, los ciudadanos llevan mucho tiempo con los egss de corbata y ni siquiera en verano se la pueden quitar.

2 comentarios

[Máximo Medina - 21 de julio de 2011 - 15:01]

Esta polémica es vieja y más de una vez han tenido un encontronazo acerca de un particular que poco le importa a los ciudadanos. Deberían ir todos al Congreso vestidos con sus trajes regionales (de la región en la que nacieron) y si tienen corbata, que se la pongan y si no, pues no. Sebastián es un progre moderno y Bono es un progre de los de antes. Ese es el secreto de todo el asunto. Con razón la ciudadanía en general piensa que los políticos son la tercera preocupación del país. A este paso llegarán a ser la primera.

[Leopoldo - 21 de julio de 2011 - 12:57]

Ay Juan, si a mi me dejarán...

Lo que les pasa a estos es que a ellos no les está apretando la crisis.