Blaugranas imparables

Imparable. El Fútbol Club Barcelona, con su victoria en la Supercopa de Europa ante el Oporto, ha sumado su decimosegundo entorchado en tres años y la ambición, lejos de decrecer, aumenta. Ahora, el próximo objetivo será el Mundialito de Clubes, previsiblemente frente al Santos de Brasil. Guste o no guste, lo cierto es que Guardiola ha sabido conjuntar a la perfección a las grandes estrellas con las promesas de la cantera. Claro que el míster blaugrana ha cometido errores, como empecinarse en los fichajes de un tal Chigrinsky e Ibrahimovic, al que se trajo en sustitución de un tal Etoo, pero esas dos pequeñas máculas no pueden empañar lo que es un trienio glorioso y que apunta ya a un cuatrienio.

Ahora mismo no hay quien pueda discutir la hegemonía de los blaugrana. Ni los millones de Florentino Pérez pueden frenar el poderío del Barcelona porque, sencillamente, están los mejores en la acera de Nou Camp. Es verdad que el Real Madrid se ha aproximado algo, pero no es suficiente. Cristiano Ronaldo puede ser un jugadorazo, pero le faltan piezas a su alrededor para conseguir estar a la altura de los catalanes. En competiciones cortas, es posible, tal y como pasó en la Copa del Rey, que el Barcelona quede eliminado. Los dos últimos años fue eliminado por el Sevilla y en la pasada campaña cayó en la final contra los merengues.

La entidad madridista debe hacerse a la idea de que el depósito del Barcelona va a dar para mucho aún, posiblemente dos o tres años más en los que coleccionará unos cuantos títulos. La clave será no tanto fichar grandes nombres, sino mimar la cantera, tal y como está haciendo el propio equipo de Guardiola. Tal y como ha venido siendo la actitud del Real Madrid con sus promesas, nadie pone en tela de juicio que si los Messi, Busquets, Iniesta, Xaxi, Puyol, Piqué, Pedro o Valdés hubiesen sido producto de los filiales blancos, hoy estarían jugando en cualquier equipo menos en el Real Madrid. Los hechos hablan por sí solos (Juan Carlos, Mateos, Sarabia, Negredo, Soldado, Portillo, Caminero, Jurado, Losada y así un largo etcétera).

En definitiva, hay que felicitar al Barcelona por su buenhacer de estos últimos tiempos, en especial a un técnico que ha sabido mantener la compostura, que no ha tenido notables salidas de pata de banco y al que determinada prensa escruta hasta el detalle todas sus palabras para ver si puede empezar a moverle de su pedestal. Hasta en eso, lo tienen claro sus detractores. En la celebración de la Supercopa acalló a quienes empezaron a meterse con el Madrid y con Mourinho. Esa es la diferencia entre un caballero y un barriobajero de Setúbal.

1 comentario

[Lewis Rogers - 27 de agosto de 2011 - 21:06]

El acierto del Barcelona con su cantera es incuestionable, pero en la consecución de su último título, la Supercopa, eché un poco de menos la humildad que Guardiola ha impuesto en sus conjuntos. Desde el minuto 1 parecía que estaba todo hecho y que el partido en sí era un mero trámite. Un error luso puso por delante a los de Xavi y, claro, a un campeón no se le pueden hacer concesiones. A Messi, qué quieren que les diga, le veo en baja forma, incluso algo gordo, pero cuando su equipo está en aprietos resuelve, más que nada por el temor que inspira en sus rivales. Eso sí, el gol del repescado Cesc, toda una obra de arte. Precisamente, Cesc y Xavi son iguales, pero el primero tiene mucha más llegada. Ahí don Pep se va a encontrar con un problema, porque si juegan juntos, Iniesta o Busquets se quedarían en el banquillo. Una pena que uno de los dos campeones del mundo no pudiera jugar. Con respecto al Madrid, el Barça es un bloque, solidario, homogeneo y en el que las figuras se ponen el mono de trabajo si la sutuación lo requiere. En el equipo de Mourinho defienden los de siempre, porque... siempre ha habido clases y las habrá. Más con Mou en medio. Pienso en que la diferencia entre ambos es que el Madrid le tiene mucho respeto al Barcelona y al contrario no sucede lo mismo. La confianza está en el lado azulgrana. Y eso es mucho.