Juan Roig, ministro de Trabajo...o de Economía
‘La cultura del esfuerzo’. Este es lema sencillo, pero contundente, escogido por Juan Roig, presidente de Mercadona, resume toda una filosofía de alguien que tiene por norma hacer las cosas con cabeza y sobre todo, que sabe primar el trabajo bien hecho, algo de lo que pueden dar fe cada una de las decanas de miles de personas que diariamente desempeñan su labor en la empresa.
Uno de los empresarios más valiosos y capaces que tenemos en España, un verdadero generador de empleo, ha conseguido sobrevivir a la crisis aplicando la fórmula del análisis, del estudio concienzudo del mercado. Lo fácil, lo recurrente en esta situación, hubiese sido empezar a despedir personal y cerrar tiendas. Pero no, Roig ha sabido manejarse en esta situación desesperada con cabeza, realizando modificaciones internas como, por ejemplo, la de tener que prescindir de algunos productos de primeras marcas en sus lineales y apostar por su marca blanca que, dicho sea de paso, no desmerece a lo que podemos entender como producto original.
Uno de los secretos para el funcionamiento racional de esta cadena de supermercados es que jamás se ha abierto un centro sin tener asegurado el lleno diario. Puedo hablar con conocimiento de causa de los Mercadonas que existen en Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife o Madrid y en cualquiera de ellos es muy difícil no tener cientos y cientos de clientes en sus tiendas. Todos funcionan a las mil maravillas y, lo más importante, con unos empleados satisfechos, que desempeñan sus funciones como debe ser y, obviamente, la empresa sabe recompensarlo adecuadamente, incluso en tiempos de crisis como los presentes, puesto que estamos habando de que el año pasado la compañía valenciana creció cerca de un 50% en la generación de beneficios.
Por eso, cuando tenemos en España a empresarios de esta valía como Juan Roig, por no hablar de otros como Pablo Isla o Amancio Ortega, los responsables de Inditex, quizá hay que empezar a considerar la posibilidad de que alguna de estas personas ocupen puestos de responsabilidad en un Gobierno, si no como ministros, sí como asesores directos de los titulares de Empleo o Economía. Lo que no podemos permitirnos es que una inepta que se fuma los brotes verdes a fanegadas acabe por arruinarnos a todos los ciudadanos. Si un empresario como el dueño de Mercadona es capaz de mantener su negocio viento en popa a toda vela es porque aplicará sentido común y no perderá el tiempo en bobadas de tres al cuarto, que es lo que en puridad ha venido haciendo este Ejecutivo en los últimos siete años.
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Máximo Medina -