Del balonmano al talonmano
¡Cómo se han puesto en la Casa Real! Fue insinuar la posibilidad de que la Familia Real se reduzca a la mínima expresión, es decir, Reyes, el heredero, esposa y las infantitas y enseguida, me imagino, fue descolgarse del teléfono las infantas Elena y Cristina para pedir cuentas y exigir una inmediata rectificación o marcha atrás de la propuesta en cuestión. Que Urdangarín haya trocado, permutado o cambiado el deporte del balonmano por el del talonmano no tiene porque afectar al funcionamiento de ese chollo que tienen institucionalizado por gracias de Dios y del Generalísimo.
Evidentemente, luego se quejan de que la sociedad española ve a la Familia Real como un lastre importante, máxime en estos tiempos de crisis donde no tiene lugar tanto despilfarro, tanto derroche. Nos dicen que a partir de 2012 el presupuesto de la Casa Real será público, que está colgado en la web oficial, pero, eso sí, tiene trampa, la misma que impedirá conocer al detalle cuánto se despalillan del dinero asignado en viajes y vestuario. Es decir, que tendremos que seguir siendo malpensados y hacernos a la idea de que Letizia, por ejemplo, se deja al mes un pastizal en cuestión de moda. Ustedes pongan ceros a la derecha, échenle hilo a la cometa y seguro que aciertan.
Lo cierto es que el estallido del caso Urdangarín tampoco sorprende en exceso. Siempre se ha mantenido la teoría de que entrar de lleno en el ámbito de la Casa Real supone tener una fuente inagotable de contactos de las más altas esferas, pero, precisamente por esa razón, uno debe de abstraerse de participar directa o indirectamente en esos procelosos negocietes. Sin embargo, el ex jugador de balonmano, hoy permutado en un profesional del talonmano, ha hecho justamente lo contrario, pero que es precisamente lo que lleva viendo desde que en 1997 se casara con la infanta Cristina. Si fue la propia esposa la que también gustó de jugar a eso de ser empresaria, pero el vacilante Borbón padre le dijo que na nai, que se dejase de tontear con el mundo de las finanzas.
Habrá que ver en qué queda todo este vodevil, pero sea como fuere, la verdad es que el deterioro que ha sufrido la Casa Real es más que evidente, incluso con esa forma tan chapucera de recular con la composición de lo que se entiende como núcleo de la Familia del Rey. A mí me da, y no va con segundas, que hace mucho tiempo que a Sus Majestades les han colado un gol por toda la escuadra y que continuamente se repite la jugada sin que nadie tome medidas al respecto. ¡Así nos va!
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Máximo Medina -